La provincia de Málaga alberga municipios que respiran su historia de una manera única. Teba, ubicado al oeste de la comarca de Antequera y atravesado por el río Guadalteba, con una población de alrededor de 3.700 habitantes, es un ejemplo destacado y un lugar ideal que podemos aprovechar durante este puente de diciembre para descubrir en una escapada al interior. El casco urbano exhibe el encanto típico andaluz, con palacetes y casas señoriales que han sido cuidadosamente conservados, ofreciendo un deleite para aquellos que aprecian los detalles de las rejas y portones. Sin embargo, a lo largo del valle, el viaje a través del tiempo se extiende mucho más, alcanzando lo milenario.

El emblema de Teba, en este contexto, es su Castillo de la Estrella, que se yergue majestuosamente a 600 metros de altitud sobre el nivel del mar, perfilando la silueta del pueblo. Construido en época almohade, en el siglo XII o XIII, reformado en equipo nazarí, fue en su momento una fortaleza inexpugnable, abarcando una superficie total de 20.000 metros cuadrados con dos recintos amurallados y dieciocho imponentes torres. Actualmente, se conserva la Torre del Homenaje y extensos tramos de los baluartes, junto con un impresionante Patio de Armas, todo esto es de época cristiana. 

El Castillo de la Estrella.

Este castillo, declarado Monumento Nacional de Interés Histórico-Artístico, alberga en su interior un museo municipal donde se exhiben restos romanos, fenicios e ibéricos descubiertos en el pueblo. Aunque aún está pendiente de una reforma que permitirá que todas sus dependencias sean áreas visitables.

Otras estructuras monumentales que dan testimonio del rico pasado histórico de Teba incluyen el convento de San Francisco con su impresionante pórtico, la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, la ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la iglesia de la Santa Cruz Real, el palacete del Marqués de Greñina y la casa condal de la Emperatriz Eugenia de Montijo. Un monumento de gran relevancia es el dedicado a sir James Douglas, caballero al servicio del rey Roberto I de Escocia, que luchó junto a las tropas cristianas del rey Alfonso XI y participó en la conquista de la villa el 20 de enero de 1389. Este evento militar se conmemora en una lápida en el pueblo, un regalo del municipio escocés de Melrose, con el cual Teba está hermanado. La lápida fue traída por los descendientes de sir James Douglas, quien perdió la vida durante la conquista de esta localidad malagueña.

Además, es imperativo no dejar Teba sin explorar el Museo Parroquial y la Sala Arqueológica, ubicada en la Plaza de la Constitución y inaugurada en 1982. Dentro de este recinto, se destacan los descubrimientos de tres yacimientos arqueológicos locales: los vestigios prehístoricos encontrados en la Cueva de las Palomas, que incluyen restos líticos fechados entre el 3000 y el 2000 a.C.; la excavación en el yacimiento de Los Castillejos, que abarcan cerámica algárica (c. 2000 a.C.), púnica (del siglo VII al III a.C.) e ibérica (del siglo VI al IV a.C.); y los materiales romanos, principalmente provenientes del asentamiento urbano romano de El Tajo. Además, se exhiben los restos modernos de la necrópolis y construcciones del Castillo de la Estrella. Un fascinante viaje a través de la historia, especialmente diseñado para deleite de los entusiastas de la arqueología.