Son una constante en la mayoría de localidades de la provincia de Málaga. Fortalezas que sirvieron para la defensa y el refugio de los malagueños de otra época y que aún se conservan. Es frecuente que cada municipio tenga relacionada su fortaleza, muchas con recintos amurallados que abarcan gran parte de la población, pero el paso de tiempo ha hecho que se pierdan la mayoría o sólo queden restos testimoniales de esas construcciones. Sin embargo, también hay casos en los que los castillos permanecen conservados en la actualidad y que pueden visitarse con la opción de conocer una parte del pasado. Se da la particularidad de que hay fortalezas que se han reciclado y reconstruido en diferentes épocas, completando el mantenimiento de edificios con milenios de vida en sus cimientos. Elegir uno como parte del plan de un día de asueto es también una buena opción para conocer y disfrutar de la localidad en la que se asientan.

Hins Canit, Cañete la Real

Es un bonito castillo rehabilitado que domina el pueblo y el paisaje en torno a Cañete la Real. La localidad, además, tiene por sus calles instalados bastantes juegos para toda la familia, que hacen del lugar un punto muy ameno relacionado con los juegos de mesa y entretenimientos familiares. El castillo cuenta con más de 3500 metros cuadrados de recinto, a unos 800 metros sobre el nivel del mar y adaptado al cerro en el que se asienta que también le provee de un foso natural que lo hacía aún mejor defendible. Como otros puntos de la actual Andalucía y localidades del entorno, en el siglo X fue un lugar que los mozárabes comandados por Omar ibn Hafsún dominaron durante décadas hasta que perdieron su contienda contra las fuerzas de Abderramán III. En Cañete, este castillo quedó en manos del futuro califa cordobés en el 906. Después, vivió bastantes batallas y cambió varias veces de manos. Si en 1330, Alfonso XI pudo conquistarlo, volvió a poder musulmán en 1368, sería reconquistado por los cristianos en 1407 y aún volvería cambiar de manos otras dos veces: en 1480 y en 1482 cuando ya quedó definitivamente bajo dominio cristiano.

Castillo de La Estrella, Teba

Una de las historias más famosas que se han vivido en este castillo tiene que ver con el rey (1306-1329) Ricardo I de Escocia, cuyo corazón embalsamado aún se guarda en la abadía del pueblo escocés de Melrose, y un grupo de cruzados que de camino a Jerusalén pararon en Teba para ayudar en la defensa de la plaza frente a los musulmanes. Es una gran historia, pero no la única digna de conocer del castillo de La Estrella, en Teba. Una localidad que, además, ofrece bastantes opciones de ocio a su alrededor y tiene muchos lugares en los que los amantes del queso artesanal podrán proveerse de buenos productos de este sector.

Castillo del Águila, Gaucín

No es de los castillos más grandes de la provincia, pero sin duda su ubicación es espectacular. El paisaje imponen en este punto adyacente al casco urbano de Gaucín en el que se construyó una edificación que, además, está cargada de historia. En sus proximidades cayó Guzmán El Bueno que trataba de conquistarlo. La vegetación se extiende en sus antiguas dependencias exteriores pero es visitable y sirve para hacerse una idea de lo complicado que puede ser realizar este tipo de construcciones en un punto tan escarpado. Un mirador de lujo no sólo del pueblo, también del Valle del Genal.

Las cuatro torres de Benadalid

Benadalid y su fortaleza con cuatro torres es un pueblo pequeño  con mucho encanto de la serranía rondeña que esconde un pequeño tesoro como es su castillo. También está en un lugar privilegiado pero su particularidad es que, aunque ha sido utilizado en todas las épocas su planta y origen son romanos. Se usó en la época andalusí, en la cristiana y también es el cementerio de la localidad. Aún así, sus muros, los paisajes que hay en torno a él  y el propio edificio en sí son un bonito regalo en este bonito punto de la geografía malagueña. Una zona importante para la conexión entre la sierra y la costa y con gran legado histórico.

La fortaleza de Vélez Málaga

No es un castillo que esté conservado tan bien como otros de la lista, pero el lugar en el que se sitúa merece la pena ser visitado. Una fortaleza con vistas sobre la costa de La Axarquía y Vélez Málaga que conserva una de las torres de vigilancia.Hay referencias de ella ya en el siglo X y tuvo preponderancia durante toda la existencia del Reino de Granada. Cuando entraron los cristianos en ella, le dieron toda clase de prioridad a la hora de acoger importantes instituciones de la época. Con la llegada de la invasión francesa, se vuelan varias partes de la construcción, que era un castillo perfectamente situado y aprovechable por cualquier ejército, y el monumento empieza una decadencia que se trata de frenar reconstruyendo las partes menos deterioradas en la década de los 70 del siglo XX.