Helados para refrescar el verano en Málaga: heladerías de las de toda la vida

Un recorrido por cinco heladerías tradicionales en distintos puntos de la provincia de Málaga

La heladería de Málaga por la que todos hacen colas por sus helados: la Inma inicia una nueva temporada

El interior de la heladería Inma.
El interior de la heladería Inma. / Javier Albiñana

Con la llegada del calor, pocas cosas resultan tan apetecibles como un buen helado artesanal. En la provincia de Málaga, donde el verano se vive intensamente, las heladerías tradicionales vuelven a convertirse en puntos de encuentro y parada obligada. Algunas llevan décadas en activo, otras han ganado popularidad en los últimos años, pero todas comparten el mismo objetivo: ofrecer un producto de calidad, con sabores que se adapten a todos los gustos.

Desde Benalmádena hasta Alhaurín de la Torre, pasando por Torre de Benagalbón, Torremolinos y la capital, este recorrido recoge cinco heladerías que combinan tradición e innovación, con elaboraciones propias y opciones variadas, pero que son de las de toda la vida.

Heladería Inma (Málaga capital)

Uno de los grandes referentes en Málaga ciudad es la Heladería Inma, situada en la calle Moreti, 15. A pesar de no estar ubicada en el centro histórico, su reputación ha traspasado los límites del barrio y de la ciudad. Durante décadas, ha sido punto de peregrinaje para quienes buscan un helado de calidad. Su carta de sabores es extensa y cambia periódicamente, lo que convierte cada visita en una oportunidad para descubrir nuevas creaciones. Es habitual encontrar colas en la entrada, aunque el servicio es ágil. La constancia en la calidad ha cimentado su prestigio como una de las heladerías imprescindibles de Málaga.

Heladería Capri (Torremolinos)

En Torremolinos, concretamente en la calle Estrella, en el barrio de El Calvario, se encuentra la Heladería Capri. Aunque algo alejada de las zonas más turísticas, está muy próxima al ayuntamiento y a la estación de cercanías, lo que facilita el acceso. Su oferta va más allá de los helados e incluye cafés, crepes y desayunos, pero el protagonismo lo acaparan sus elaboraciones artesanales, con una textura cremosa y sabores potentes. Combinaciones como chocolate blanco con coco destacan entre sus especialidades. La atención al detalle y el producto bien trabajado son señas de identidad de este establecimiento torremolinense.

Heladería Morango (Benalmádena)

Ubicada en la Avenida Juan Luis Peralta, 51, en pleno corazón de Benalmádena, la Heladería Morango se ha consolidado como una de las más populares de la zona. Su variedad de sabores, texturas y productos ha contribuido a que su fama no deje de crecer, sobre todo durante la temporada estival. Además de los sabores clásicos, Morango apuesta por combinaciones más atrevidas que conviven con batidos y smoothies elaborados al momento. Esta diversidad ha convertido a la heladería en una parada destacada para quienes disfrutan descubriendo nuevas propuestas dentro del mundo del helado.

Heladería D’Ensueño (Torre de Benagalbón)

En el litoral oriental, concretamente en el Camino Viejo de Vélez, 28, se encuentra la Heladería D’Ensueño. Su nombre no es casual: el ambiente familiar y el entorno relajado hacen que la experiencia sea especialmente agradable, sobre todo en las noches de verano. Además de una amplia carta de helados, que abarca tanto sabores tradicionales como opciones más actuales, el establecimiento ofrece café, batidos y un espacio exterior que invita a disfrutar sin prisas. Su cercanía a la playa añade atractivo a este local que forma parte del paisaje veraniego de Torre de Benagalbón.

Heladería Retamar (Alhaurín de la Torre)

En Alhaurín de la Torre, la Heladería Retamar (Av. del Mar, 13) es un punto de encuentro habitual durante el verano. Su carta es amplia y destaca por opciones originales como la tarta de mousse de chocolate o los helados de maracuyá y chocolate blanco. La variedad puede hacer difícil decidirse, pero el trato personalizado ayuda a los clientes a encontrar el sabor que mejor se ajuste a sus preferencias. La afluencia de público y la fidelidad de sus clientes son testigos del éxito de este negocio local, que ha sabido mantenerse como una opción atractiva para las largas tardes y noches estivales.

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