La farola

Este es el mejor pueblo de Málaga que puedes visitar en noviembre

Una vista aérea de Atajate.

Una vista aérea de Atajate. / atajate.es

Noviembre es un mes relativamente especial en la provincia de Málaga, es un momento en el que el otoño hace su efecto sobre el denominado Bosque de Cobre. Miles de castaños cambian de color por esta época dejando estampas increíbles. En nuestro habitual repaso a aquellos pueblos excepcionales en según qué mes, nos debemos para en esta ocasión en uno de la Serranía de Ronda como el mejor pueblo de Málaga que debe visitar este noviembre. Y sí, hablamos de Atajate, uno de los templos vinícolas

En la década de 1870, la filoxera golpeó con fuerza a algunas de las localidades más destacadas en la producción vinícola en la península ibérica. Oporto, Málaga y Girona fueron los primeros lugares afectados por esta plaga importada de Estados Unidos, que devastó la producción de vino, mosto y aguardientes en municipios con una larga historia en la producción vinícola. La Axarquía en la provincia de Málaga fue profundamente afectada, al igual que otros lugares de la provincia con una rica tradición vinícola, como la Serranía de Ronda. Un ejemplo de este desastre se encuentra en uno de los encantadores pueblos blancos que decoran su sierra: Atajate.

En tiempos recientes, el municipio ha recuperado la memoria de una actividad que lo sustentó durante siglos. Sus calles reflejan elementos relacionados con la vendimia, la pisada de la uva y la producción de aguardientes. La historia de Atajate está marcada por numerosos lagares y alambiques que elaboraban diversas bebidas a partir de la uva y que gozaron de gran fama hasta la llegada de la filoxera, que devastó la producción.

Actualmente, Atajate recupera parte de su memoria a través de sus calles, que funcionan como un pequeño museo vinícola. La disposición histórica de sus calles y la torre de su iglesia reflejan la influencia musulmana en la comarca. A pesar de la disminución en la producción, aún se elabora mosto en Atajate y las viñas son un cultivo arraigado en la zona. Además, el pueblo ha recuperado la memoria de las mujeres que poblaron la localidad con cerámicas en las casas.

Situado en un enclave privilegiado, Atajate ofrece impresionantes paisajes desde su núcleo urbano. Actúa como un mirador natural del valle del Genal, destacando especialmente en verano y otoño durante la celebración de la fiesta del mosto, que se suele celebrar a finales de noviembre y es una jornada gastronómica donde se disfruta de migas y mosto gratis hasta la madrigada en la plaza del pueblo. Los vecinos del pueblo donan mosto de su propia cosecha, para que al mediodía se realice en la plaza del pueblo una cata de mosto de los diferentes vecinos, escogiendo cuál o cuáles han sido los mejores del año.

Además de su rica historia, Atajate ofrece a los visitantes diversos atractivos para disfrutar durante su estancia. Los restaurantes locales, que probablemente destaquen por la calidad del mosto que producen, son una opción para degustar la gastronomía del municipio. El pueblo se convierte en un auténtico museo urbano del mosto, mostrando con orgullo su legado vinícola. Las fuentes del municipio, las encantadoras casas del siglo XVIII, los alambiques y todo el patrimonio histórico que lo define, ofrecen una experiencia única que merece la pena visitar en noviembre. Además, las cumbres que rodean Atajate, con su posición estratégica en el entorno de Ronda, añaden un toque especial a la visita.

El pueblo se encuentra en las proximidades de otros encantadores municipios de la zona, como Alpandeire, conocido por sus momias y su imponente iglesia; Faraján, donde el agua juega un papel principal, con las impresionantes Chorreras de Balastar; la primera fundición del país, la Real Fábrica de Hojalata de San Miguel, ahora reformada y digna de visita; y el pintoresco Benadalid, con una fortaleza que fue castillo romano, fortaleza bereber y cementerio contemporáneo.

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