El pequeño y fresco pueblo de Málaga que es perfecto para desconectar en verano
Salares es un pequeñito pueblo de la Axarquía a los pies de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama
Cuenta con pocos habitantes, sus calles son reflejo de su pasado y la naturaleza lo arropa
Este es el mejor pueblo de Málaga que puedes visitar en julio: cascadas, red de acequias y pasado musulmán

En el corazón del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama se alza Salares, uno de los pueblos más pintorescos y con mayor encanto de la comarca malagueña de la Axarquía. Su arquitectura morisca, sus paisajes naturales y su clima fresco incluso en verano lo convierten en un refugio ideal para quienes buscan una escapada serena y auténtica.
Con un urbanismo que remite a su origen andalusí, Salares se adapta al terreno montañoso con calles empinadas, pasadizos escalonados y casas encaladas que reflejan la luz del sol y contrastan con el verdor del entorno natural. Es uno de los municipios incluidos en la Ruta Mudéjar de la Axarquía, una propuesta que recorre siete pueblos marcados por su legado árabe y su integración con el entorno natural protegido.
El patrimonio monumental de Salares es el reflejo de su historia multicultural. Su edificio más emblemático es la Parroquia de Santa Ana, construida en el siglo XVI sobre el alminar de la antigua mezquita. El campanario de la iglesia, que conserva la estructura almohade original, es uno de los mejores exponentes del arte islámico en la provincia y está declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.

También de época musulmana son la Casa del Torreón, los restos de la fortaleza medieval y los muros de la antigua muralla que rodeaban la aljama. Estos elementos, junto con el trazado urbano intrincado y en desnivel, confieren a Salares un carácter genuino y evocador. A las afueras del núcleo urbano, el puente romano sobre el río Salares permanece en excelente estado de conservación, como testimonio de una historia aún más lejana.
Naturaleza privilegiada: entre el río Rubite y las cumbres de Tejeda
El municipio de Salares se extiende desde las cotas más elevadas del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama hasta las zonas bajas del río Rubite, lo que le confiere una riqueza paisajística notable. Espacios como el Cerro del Puerto, la fuente de Albarrá o el entorno del propio río Salares son puntos de interés natural ideales para rutas a pie o en vehículo todoterreno.
En verano, las temperaturas moderadas y la abundancia de vegetación convierten a Salares en un destino atractivo para quienes buscan disfrutar de un turismo de interior más fresco y menos masificado.
Salares, sinónimo de cultura viva
A pesar de su pequeño tamaño, Salares mantiene un calendario festivo activo que dinamiza la vida local. La fiesta de San Antón, celebrada cada 17 de enero, inicia el año con una procesión de caballos engalanados y una posterior romería en la que los animales reciben la tradicional bendición.
En julio tiene lugar la feria de verano con actividades populares, música y la procesión de Santa Ana, patrona del municipio. Durante la Semana Santa, el Domingo de Resurrección se vive de forma especial, con dos procesiones que avanzan por distintos barrios hasta encontrarse en un acto simbólico y festivo.
Mención especial merece el Festival Árabe Andalusí, celebrado en septiembre y declarado Fiesta de Singularidad Turística Provincial. Durante un fin de semana, el pueblo se transforma por completo: calles iluminadas con velas, mercados temáticos, actuaciones, exhibiciones de cetrería, gastronomía típica y concursos ganaderos reviven el pasado islámico de Salares.
Gastronomía local: hinojo, roscos y vino artesanal
La cocina salareña mantiene una fuerte conexión con el territorio. El guiso con hinojo es el plato más representativo de su recetario tradicional, mientras que los roscos de vino y los roscos de naranja destacan entre los dulces locales.
Las laderas del municipio están salpicadas de viñedos donde se cultiva la uva rome, variedad autóctona con la que se elabora el vino artesanal de Salares, una producción limitada y de gran valor etnográfico.
Cómo llegar a Salares
Situado a unos 58 kilómetros de Málaga capital, el acceso a Salares se realiza por la autovía del Mediterráneo (A-7) hasta Vélez-Málaga. Desde allí, se continúa por la A-356 en dirección a Canillas de Aceituno y se enlaza con la red de carreteras comarcales MA-125, MA-126 y MA-127 que conducen directamente al municipio. El trayecto serpentea entre montañas, anticipando la belleza del destino final.
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