La farola

Qué es el karma y cómo funciona según una gran maestra budista

Altar en la sala de meditación de la estupa de Benalmádena.

Altar en la sala de meditación de la estupa de Benalmádena. / Romero

El concepto de karma es común en la cultura popular occidental. Recurrente en guiones de series o películas de televisión, con una buena colección de memes al respecto, está en la frase que zanja una mala pasada para alguien que no actuaba bien, cuenta con canciones tan conocidas como Instat Karma de John LennonKarma police de los Radiohead o con el éxito de la popular serie Me llamo Earl, una caricatura a muchos niveles del concepto y la sociedad que refleja. Sea como sea, el karma está presente en el subconsciente de millones de personas y ha desarrollado una particular manera de justificar acciones positivas o negativas en la sociedad a menudo sin mucho que ver con el concepto budista. La RAE recoge perfectamente la procedencia y significado de la palabra: "Hecho, acción".

En España hay bastantes centros budistas y uno de los más activos y visibles es el que tiene su centro de actividad en la estupa de la Iluminación de Benalmádena, la más grande de occidente y uno de los puntos de la Costa del Sol donde el budismo más ha arraigado. La Asociación Cultural Karma Kagyu de Benalmádena está presidida por Margarita Lehnert-Kossowski. Maestra budista de origen polaco que ha sido intérprete de los grandes maestros actuales y pasados, políglota, y una de las piezas clave en la asociación. Lleva 40 años estudiando y practicando el budismo y cuando se le cuestiona por el concepto de karma de occidente, trata de elegir bien sus palabras aunque se nota que tiene tanta información al respecto que es complicado condensarla. Aún así, lo explica con claridad.

"Otra vez se ha malinterpretado. Karma en sánscrito quiere decir acción y cada acción tiene un resultado. Ahora mismo estoy hablando contigo, tengo acciones de la mente o emociones interiores y hablo provocando la voz, ondas en el aire. Si yo me fuera ahora mismo, pensarías que estoy loca. Cada acción del cuerpo tiene un resultado. La manera en que me comporto, lo que digo, lo que opino, tú tienes tu idea de esas cosas que hago o digo y eso tiene una percepción de eso. Ése es el karma, todo lo que hacemos tiene una repercusión. Se dice que es como una ley y no es una ley, es algo natural. La ley es algo que te imponen de fuera, pero el karma estoy constantemente creándolo yo. Yo soy la arquitecta de mi propia vida. Cada acción, grande o pequeña, tiene su consecuencia, esto es el karma", indica Lehnert-Kossowski.

Otra enseñanza de Siddhartha Gautama, el buda Shakyamuni"Todo el mundo, todos los seres, no sólo humanos, quieren ser felices. Eso lo tenemos en común. ¿Qué le trae felicidad a quien? Es relativo, pero toda la vida, desde el nacimiento estamos hasta la muerte en búsqueda de la felicidad y queremos apartar el sufrimiento. El problema, según buda, es que buscamos la felicidad en circunstancias exteriores y culpamos de nuestros sufrimientos a las circunstancias exteriores. La búsqueda es dentro de nosotros. El budismo tiene un gran sentido de la responsabilidad por ser uno mismo, y no culpar a los demás. Buda dijo: no tienen que creer en nada de lo que yo digo, compruébenlo".

El budismo no es una religión y aceptación de la muerte

En todo el occidente se entiende como un concepto, pero también se entiende el budismo como una religión, algo que contemplan alguna de las muchas ramas del budismo, pero no todas, ya que la mayor parte lo entiende como una lista de consejos para alcanzar la iluminación personal. Sin entrar en disposiciones complejas, la maestra budista insiste en uno de los conceptos claves que relaciona karma y budismo: "Hay que entender que somos los arquitectos de nuestra propia vida. Si quieres tener una buena vida feliz, sólo necesitas inteligencia. Si te levantas y enseguida te comportas mal, eso es lo que te llegará, no hay que ser buda para llegar a esta conclusión, es natural que lo que tú emanas te llega a ti. Lo que haces con cuerpo y con tu mente. Muchas personas piensan: nadie lee mis pensamientos, pero también hay consecuencias. Las más fuertes vienen de tu mente, porque primero viene la actitud, la motivación y el pensamiento, que genera el habla y luego viene el cuerpo".

La presidenta de la Asociación Cultural Karma Kagyu indica que el budismo no es una religión aunque la imagen que se tiene en occidente y otros muchos lugares del mundo es la de que sí lo es: "Son una serie de herramientas hábiles para llegar a tu verdadero ser. Para algunos se convirtió en religión, piden deseos al buda, depende de cómo o dónde se desarrolle".

Está bien. Pero, ¿cómo decirle a alguien que está en un momento de desgracia - del que no ha sido causante- que puede construir su propio futuro? El mensaje puede ser demoledor: "El budismo dice: el pasado está en el pasado, es como un sueño. En el futuro, ¿quién sabe lo que pasará? Vive el momento ahora. ¿Has hecho algo mal? Este es tu momento, vive, aquí y ahora. Ahora, haz cosas buenas, di cosas lindas, compórtate bien, piensa bien. Pasado es pasado. Hay métodos en el budismo para poder eliminar las impresiones en nuestra mente de estas acciones negativas de cuerpo, habla y mente, para reducir su consecuencia en el futuro". 

Por último, para terminar de comprender lo que significa el karma para los budistas, Margarita apunta otro concepto esencial: "En ese sentido, hay otro aspecto del budismo que es muy importante: la no permanencia. No hay nada, ningún fenómeno exterior (cosas materiales, olores, sonidos, formas) o interior (pensamientos, emociones) que dure para siempre. Ningún elemento dura para siempre, todo está compuesto de causas y condiciones. Si algo se juntó, se descompondrá. La causa de la muerte de todo es haber nacido. Si hemos nacido, moriremos. El ser humano es muy inteligente, pero con todo lo que ha logrado no quiere admitir la muerte. Todo, hasta los continentes, surgen y tendrán que desaparecer. Como nuestros cuerpos". Todo pasa, evitar o temer la muerte puede ser negativo para una vida sana pero el cambio de las cosas es un concepto que se desarrolla desde la época griega en el Mediterráneo, también entre los budistas: "Las emociones tampoco duran, surgen en nosotros y se descomponen. Lo único permanente es el flujo de conciencia que es permanente, la mente. Ese flujo de conciencia nunca nació, nunca morirá, siempre está ahí, pasa por tu cuerpo, el cuerpo es una casa, un hotel y pasará. Eres el flujo de conciencia, la mente. Es algo complejo, pero es como si sólo existiera mi mundo".

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