Más de 250 locales se han convertido en vivienda en Málaga en lo que va de año
Confirma la tendencia del año pasado, cuando Urbanismo permitió el cambio de uso de 390 antiguas tiendas en casa
Estos son los requisitos para convertir un local comercial en vivienda en Málaga
El cóctel es evidente: precios de la vivienda subiendo por una demanda muy superior a la oferta existente, y un comercio local cada vez en horas más bajas debido al auge de las grandes superficies y el comercio electrónico. El resultado son centenares de locales vacíos y un número cada vez mayor de personas que buscan un lugar donde vivir y que ven con buenos ojos habitar, previa reforma y cambio de uso, lo que un día fue una tienda. En Málaga, Urbanismo ha tramitado y dado el visto bueno en lo que va de año a 254 expedientes para convertir los bajos comerciales en vivienda.
Mes tras mes, los datos de los que da cuenta el Consejo de Urbanismo sobre los cambios de uso confirman el anhelo existente en la ciudad por convertir en residencias lo que otrora fuese una tienda. Bien como vía de inversión, bien como solución habitacional. Cuenta de ello es que sólo en este mes se han aprobado 40 cambios de uso en la Gerencia. Bien es cierto que no todos tienen por qué terminar ejecutándose.
El año pasado fueron 390 los cambios de uso. Y si se retrotrae a los tres últimos años, las cifras son reveladoras: alrededor de 800 inmuebles de este tipo se han transformado en casas para vivir o alquilar. Tras esta tendencia varios factores que han alimentado el fenómeno, como es el buscar una mayor rentabilidad a las propiedades. Los hermanos Castillo –Juan José y Javier– contaron a Málaga Hoy que adquirieron un bajo por Nueva Málaga: “60.000 euros, aparte el IVA. De ahí dividimos en apartamentos que vendimos por 106.000-110.000 euros”.
Por parte de arrendadores y vendedores el principal atractivo está claro: mayor rentabilidad. Un informe publicado por el portal inmobiliario Idealista así lo demuestra: el rendimiento que obtienen los titulares de las propiedades al pasar a considerarse lugar de residencia/hospedaje es un 86% más que si se dedican a actividades comerciales y un 80% por encima que si se rentan como oficinas.
A esto se suma el innegable atractivo que hasta que entró en vigor la moratoria para inscribir nuevos pisos turísticos tenían en Málaga los locales comerciales para convertirse a la renta vacacional. Antes de la prohibición absoluta, se pedía entrada y suministros independientes al resto del edificio, con lo que los bajos eran perfectos para quienes pretendían implantar una vivienda de uso turístico en la capital. Tanto que el alcalde llegó a plantear una medida que, de momento, no será necesaria: hacer que los locales que cambiasen de uso tuvieran que estar al menos un año alquilados a largo plazo.
Toni Morillas, concejala de Con Málaga, aseguró en el Consejo de Urbanismo de este mes de noviembre que el cambio de uso "está siendo un no parar", a lo que añadió que "muchos de ellos no acaban en viviendas, sino en turístico, muchas de ellas, a su vez, ilegales sin que haya un plan de inspecciones específico".
La concejala de Urbanismo, Carmen Casero, defendió que todos los cambios de uso aprobados cumplían con la normativa "rigurosamente", "respetamos el plan general, todos los que se hacen es porque los permite", afirmó y respondió a Morillas que "lamento que no le guste". Sobre los pisos turísticos recordó que en Málaga rige una moratoria por la que no se puede inscribir una nueva vivienda turística más.
A esto añadió que la inspección en materia turística depende de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, no del Ayuntamiento de Málaga. Y que esta, en el mes de octubre, anunció una nueva herramienta por la que no permitiría automáticamente, sin tener que darla de baja, ninguna nueva inscripción en el Registro oficial.
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