Estos son los requisitos para convertir un local comercial en vivienda en Málaga

Convertir un local comercial en vivienda es una práctica que se ha ido extendiendo en Málaga en los últimos años. En lo que va de 2025, Urbanismo ha tramitado y dado el visto bueno a 254 expedientes para convertir bajos comerciales en zonas habitables. El año pasado, en 2024, se realizó este cambio de uso en 390 inmuebles. En total, en los tres últimos años, fueron uno 800 los que pasaron de local a una casa para vivir o alquilar.

Pero este cambio de uso no se puede hacer en cualquier local. Para ello hay que cumplir una serie de requisitos recogidos por el Consistorio, en los que se tiene en cuenta la altura, superficie, iluminación ventilación y densidad del espacio.

Requisitos para pasar de local comercial a vivienda en Málaga

Sobre los requisitos, en primer lugar, el local que se quiera transformar en un espacio habitable debe de tener una altura mínima de 2,7 metros. Y respecto a la de la superficie mínima de la vivienda resultante, sería la de un estudio (es decir, de 30,5 metros cuadrados).

Además, esta normativa recoge que todas las estancias habitables de la nueva vivienda deben tener un hueco de iluminación y ventilación natural.

Y por último, en cuanto a la densidad de estas viviendas, se debe comprobar también si el edificio en el que se encuentra admite más pisos según la normativa urbanística.

Por otro lado, además de las condiciones del Ayuntamiento descritas anteriormente, conviene consultar los estatutos de la comunidad de vecinos en la que se ubique el local, por si en estos se recoge la prohibición expresa de la posibilidad de convertir locales en viviendas.

Rentabilidad del cambio de uso

Sobre lo que da lugar a este cambio de uso, los focos se posan sobre la rentabilidad. Un informe de Idealista indica que el rendimiento que obtienen los titulares de las propiedades al pasar a considerarse lugar de residencia/hospedaje es un 86% más que si se dedican a actividades comerciales y un 80% por encima que si se rentan como oficinas.

Hasta la moratoria de la inscripción de nuevos pisos turísticos, los locales comerciales tenían un fin claro, se transformaban en viviendas que pudieran usar los viajeros.