Adiós a La Mundial

Los días de la antigua pensión La Mundial parecen contados. Algo más de diez años después de que se empezasen a poner las bases del proyecto de transformación de Hoyo de Esparteros, espacio situado en la margen izquierda del río Guadalmedina, la operación, afectada de lleno por la lentitud administrativa y por los problemas económicos de la promotora, está próxima a su desbloqueo definitivo. Al menos en lo que toca a la parte del Ayuntamiento de Málaga.

La Gerencia de Urbanismo debatirá este lunes, y previsiblemente aprobará con la mayoría suficiente del PP y Ciudadanos, las licencias de demolición de varios edificios de la parcela, entre ellos La Mundial, y de ejecución de hotel diseñado por el arquitecto Rafael Moneo, un aparcamiento de 220 plazas de aparcamiento y dos inmuebles de oficinas. El presupuesto de ejecución material ronda los 14,8 millones, segun los documentos oficiales. Asimismo, se obliga a la empresa a iniciar las obras correspondientes en un plazo de seis meses y se fija en 36 meses el plazo de ejecución de la intervención.

La efectividad final del permiso, en cualquier caso, quedará condicionada a que la empresa Braser y Urbanismo suscriban un nuevo convenio en el que fijar las condiciones de pago de la deuda acumulada por la mercantil y que puede superar a día de hoy los 6 millones de euros. De ellos, 4,8 millones de corresponden a la compensación pactada hace años por los dos socios en el proyecto con el fin de poder levantar un edificio de diez plantas, muy por encima de lo que en aquel entonces permitía el planeamiento urbanístico. Los últimos contactos entre las partes apuntaban a un acuerdo en el sentido de que Braser abonará un primer pago de 2 millones en el momento de disponer de la licencia, quedando el resto para la finalización de los trabajos. A este concepto principal hay que sumar los apremios impuestos por Gestrisam por el tiempo transcurrido sin que Braser haya hecho efectivo el abono de la citada deuda.

Junto al derribo de La Mundial, la piqueta también actuará sobre el edificio de la antigua Banda Municipal de Música, en Pasillo de Atocha, donde se encuentra instalada una de las obras del artista Invader. Este hecho obliga a que en el momento en que vaya a ser retirado esté presente el Seprona. En la misma sesión del Consejo de Administración de Urbanismo se dará luz verde al proyecto de urbanización del sector de Hoyo de Esparteros, valorado en unos 2,5 millones de euros.

El mencionado consejo tiene lugar algo más de dos años después de que este mismo organismo, con el voto negativo de todos los grupos municipales, a excepción de PP, el 12 de julio de 2016, rechazasen los mismos trámites que ahora serán validados. Aquel bloqueo tuvo consecuencias inmediatas sobre la iniciativa, al punto de que, según Braser, cerró la puerta a la financiación de la que iba a disponer para avanzar en la obra. El camino quedó allanado hace unos meses después de que el TSJA avalase la reclamación judicial de la empresa contra aquel acuerdo negativo. De acuerdo con el alto tribunal andaluz la actuación del Consejo de Urbanismo de julio de 2016 no se ajustaba a la legalidad, por lo que anuló aquella resolución y respaldó la posición de la empresa.