La movilidad en Málaga sigue siendo un hervidero y la puntilla de este martes llega a través del anuncio del pacto de Gobierno entre el PSOE y Sumar. En la rueda de prensa posterior a la firma del mismo –que aún está por ver si encuentra los apoyos suficientes para formar un Ejecutivo en el hemiciclo– Yolanda Díaz, líder de Sumar, ha afirmado que uno de los acuerdos pasa por acabar con los vuelos domésticos que tengan una alternativa en tren de dos horas y media. Lo que deja al puente aéreo entre Málaga y Madrid en la cuerda floja. 

"Han de acabarse los vuelos cortos cuando haya alternativa", ha asegurado la líder de Sumar. El trayecto Málaga-Madrid, en estos momentos, supera las dos horas y media en todas las conexiones, quedándose muy cerca de este tiempo en los trayectos con menos paradas, aumentando hasta las 3 horas en aquellos con recogida y bajada de viajeros en varias estaciones intermedias. 

Sin embargo, en un reciente informe de Ecologistas en Acción, señalan la conexión Málaga-Madrid –así como las de la capital con Sevilla, Alicante, Valencia o Barcelona– como uno de los vuelos cortos que podrían ser eliminados y sustituidos por el ferrocarril sin que esto suponga una demora en el tiempo del viajero y sí un ahorro en la contaminación que se desprende durante el trayecto.

Quedan aún muchas puntadas sueltas después del anuncio y cómo afectaría al puente aéreo entre Málaga y Madrid. En el pacto firmado, por ejemplo, afirma que esta norma aplicará "salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales". O, lo que es lo mismo, la conexión podría salvarse bajo el pretexto de que el tren de alta velocidad aún no conecta con Barajas –pese a que hay un proyecto para hacerlo– y los vuelos Málaga-Madrid serviría para volar, por ejemplo, a Buenos Aires, Cancún o San Francisco. 

Esta medida se toma a rebufo de Francia, donde Macron anunció que acabaría con los vuelos cortos. En la teoría, algunos de estos puentes aéreos –los de Nantes, Burdeos y Lyon– se eliminarían por completo, pero, en la práctica, ha supuesto un simple desvío: desde París-Orly a Charles de Gaulle, un aeropuerto que se entiende como un hub internacional. Tanto es así, que el Ministerio de Transportes galo pretendía que la Comisión Europea prohibiese también estás últimas conexiones, pero el ente supranacional no lo aceptó. En Madrid sólo hay un aeropuerto, Madrid-Barajas, con lo que, hecha la ley podría hacerse la trampa.

Esto se da, en un momento en el que el AVE que conecta Málaga y Madrid vive, en muchas ocasiones, bajo el punto de mira de usuarios y el PP local, que no ha dudado en señalar en repetidas ocasiones las deficiencias tanto en cumplimiento de horarios –por los retrasos que se vienen produciendo– como en precio del servicio y necesidad de más trenes para cubrir la demanda. Además, la llegada del tercer operador –una vez ya están explotando la línea Rente e Iryo–, Ouigo, se ha retrasado desde este 2023 hasta el segundo semestre de 2024. 

Más inversión para el ferrocarril Algeciras-Bobadilla, Bilbao o Valencia, pero ni una mención al tren litoral 

En el pacto firmado, además, se anuncia un impulso al Corredor Mediterráneo aumentando la inversión en el tramo Algeciras-Bobadilla, también del Corredor Sagunto-Zaragoza-Bilbao, "como ejes prioritarios para la conexión ferroviaria valenciana"; pero no hay una sola mención explicita al proyecto del tren litoral de Málaga. La Comunidad Valenciana, además, ya cuenta con el apoyo gubernamental al Cercanías en Valencia –al igual que Madrid o Barcelona–, pero que también se olvida en los casos de Málaga o Sevilla.