Concurso Nacional de Albañilería

Albañiles que desafían la física

  • Una cuadrilla de Gerona gana la 53 edición del Concurso Nacional de El Palustre, donde los participantes tuvieron que construir un cubo flotante

Participantes del concurso en la ejecución de la estructura.

Participantes del concurso en la ejecución de la estructura. / Marilú Báez (Málaga)

La albañilería es un arte, pero también supone tener un gran bagaje de conocimientos. Y si no, que se lo digan a las 33 cuadrillas que han tenido que luchar este domingo por mantener en pie un cubo flotante de cemento y ladrillos en la 53 edición del Concurso Nacional de Albañilería, organizado por la Peña El Palustre, que se celebró con gran éxito en la barriada malagueña de El Palo.

La pareja Josep Ribas, como oficial, y Josep María Vila, como ayudante, procedentes de la localidad catalana de Vilobi D’Onyar (Gerona), han sido los ganadores del primer premio de esta edición, valorado en 6.000 euros. El evento goza de una gran popularidad a nivel nacional y ha contado con profesionales de todo el país, desde Extremadura a Cataluña, pasando por el resto de provincias andaluzas.

El principal reto para las 33 cuadrillas participantes ha sido que la estructura propuesta a realizar, titulada “Tres caras con aberturas de un cubo sobre tres pilares”, se mantuviera sin derrumbarse. De todas, solo diez han conseguido mantenerse en pie después de la realización del ejercicio, para el que contaron con cuatro horas como tiempo límite.

Juan Sosa Nieto, procedente de Badajoz, lleva en la albañilería más de 40 años y ya ha participado en numerosas ocasiones. Sosa habla de la dificultad de sacar adelante la estructura, cuyo diseño no descubren hasta las ocho de la mañana y donde la planificación es vital. “Es complicado. En el replanteo echamos tres horas y una solo en poner los ladrillos”, ha comentado.

El evento atrae a profesionales desde Extremadura a Cataluña y del resto de Andalucía

En el concurso se valora todo. El jurado puntúa principalmente la limpieza, el acabado y el replanteo, para lo que también hubo premio. La cuadrilla de Riolobos (Cáceres) conformada por Lucio Jiménez y Raúl Jiménez ha obtenido el Premio Memorial Demófilo Peláez Santiago “Coraje y corazón” por dar la solución más ingeniosa, además de hacerse con el segundo puesto.

José Manuel Balboteo y Alberto Jesús Balboteo fueron han sido lo malagueños mejor clasificados, ocupando la quinta posición. El cofundador del concurso, Manuel Peláez, resaltó la dificultad de la prueba, que finalmente fue “un éxito más”.

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