Ángeles de la Noche a pesar de las adversidades
Las obras del comedor social que promueve la ONG en un local alquilado de la calle Cerrojo están casi finalizadas aunque un juzgado las ha paralizado por una denuncia de los vecinos Prevén retomarlas en unos días
El comedor social que los Ángeles Malagueños de la Noche promueve a escasos metros de la caseta del Pasillo de Santo de Domingo, donde desde hace años reparte 2.000 raciones de comida diarias, avanza a pesar de los contratiempos. El local está en los bajos de un bloque de pisos cerca de la calle Cerrojo, su alquiler está siendo sufragado por un empresario malagueño que vive en Estados Unidos que en una visita a Málaga se interesó por la labor de la ONG. El constructor a cargo de las obras cobra practicante a precio de coste. La instalación eléctrica la realiza un electricista de forma altruista. Los materiales ya están comprados gracias a las aportaciones hechas por malagueños para que el comedor sea una realidad y que la asociación pueda abandonar la caseta que en un primer momento era provisional y que finalmente se ha alargado demasiado en el tiempo.
Pero no todo parece estar tocado por una varita mágica, las obras están paralizadas desde hace dos semanas, tras la denuncia de los vecinos del inmueble, que alegan que se han tocado los cimientos del bloque, por lo que una juez ha parado los trabajos. El abogado de la asociación, Rafael Gutiérrez, explica que ha entregado en el juzgado un informe del arquitecto para que la magistrada levante la suspensión, para lo que además ha tenido que "abonar una caución de 2.000 euros". Por lo que espera que en unos días las obras puedan reanudarse y en dos semanas, según los plazos que maneja el constructor, estén finalizadas.
El camino recorrido hasta consolidar el proyecto del comedor ha sido complicado. El presidente y fundador de la ONG, Antonio Meléndez, abrió esta misma semana las puertas del futuro comedor a este periódico y mientras mostraba sus instalaciones hablaba de las dificultades que han tenido para obtener, por ejemplo, la licencia de obra, un proceso que se ha alargado durante ocho meses. Y hasta la Policía Local ha tenido que intervenir a través de su programa de mediación para intentar solucionar el conflicto entre los vecinos y los Ángeles, según explican tanto el abogado como el presidente de la asociación. El comedor se alza entre las calles Calvo y Fuentecilla, justo en la plaza de acceso a la sala Gades, por lo que sus promotores han optado por instalar las puertas de acceso hacia esa zona para evitar molestias a los propietarios e inquilinos de los pisos del bloque en su puerta de acceso, ante las posibles colas que se puedan llegar a generar cuando el local empiece a funcionar. Pero esos accesos han provocado precisamente problemas con los vecinos, en los que los agentes locales de mediación tuvieron que intervenir. Finalmente las puertas se quedan donde estaban previstas y durante los primeros meses dispondrán de vigilantes privados para ordenar la entrada.
Las instalaciones están divididas en un gran salón-comedor con capacidad para alrededor de 230 personas; la zona de las cocinas, que estarán equipadas con dos grandes cámaras, de frío y congelado; cuatro cuartos de baño, uno de ellos de uso para los voluntarios, y una pequeña oficina para la asociación. Una vez que el comedor empiece a funcionar la idea es proporcionar desayunos y almuerzos a personas con dificultades y a la hora del mediodía ofrecerles también la cena. Así el local se podrá dedicar a otras actividades sociales por las tardes. De hecho, en el salón se ha construido un escenario para posibilitar la celebración de futuros eventos. Antonio Meléndez, pese a las adversidades, sólo tiene palabras de agradecimiento para los malagueños que han realizado aportaciones para poder llevar a cabo un comedor digno, con las que se ha llegado a alcanzar una cantidad cercana a los 200.000 euros. "Es un comedor del pueblo de Málaga, es su único dueño", exclama Meléndez, para dejar claro que no cuentan con ayuda de ningún organismo oficial y hacer un llamamiento a "los malagueños para que nos ayuden a mantenerlo y que los más necesitados se sientan dignos". Pasito a pasito cada vez restan menos trámites para que el comedor sea una realidad. Las cocinas, una ha sido comprada y la otra donada, el aire acondicionado lo han comprado de segunda mano, y algunas empresas malagueas ya han aportado dinero destinado a las sillas y mesas, que es ahora lo más necesario.
Campaña para ‘apadrinar’ las mesas y sillas
Las sillas y las mesas son el único equipamiento para el comedor que aún no han conseguido. El presidente de los Ángeles Malagueños de la Noche, Antonio Meléndez, calcula que las donaciones recaudadas para su creación, en torno a los 200.000 se gastarán íntegros en las obras del local, por lo que hace un llamamiento para que los malagueños se sumen a una especie de campaña de apadrinamiento de sillas y mesas con las que hacer un comedor social acogedor y digno. Antonio explica que ha conseguido que una empresa de Córdoba les venda el mobiliario a precio de coste y ahora a través de las redes sociales la asociación ha iniciado una campaña para lograr financiación. “En cada silla y mesa donada se le grabarán las iniciales de la persona que ha puesto el dinero”, comenta el presidente. Por el momento ya han conseguido algunas aportaciones de varias empresas malagueñas. Para más información sobre las aportaciones, la ONG facilita el teléfono 951 13 05 78, en horario de mañana.
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