Anni B Sweet | Cantante, compositora, músico

“El auditorio sería la guinda del pastel y haría una ciudad más abierta”

  • La malagueña Anni B Sweet vuelve a la primera línea de la música independiente con su nuevo trabajo

  • Desde Granada, donde vive desde hace un lustro, reivindica espacios para la música

La malagueña Anni B Sweet en una imagen promocional.

La malagueña Anni B Sweet en una imagen promocional.

Granada, tierra del indie, acoge a la músico malagueña desde hace ya un lustro. De sus musicales calles ha salido Universo por estrenar, un disco con el que rompe sus propios moldes para hacer nacer una Anni B Sweet nueva.

–Acaba de publicar nuevo disco, Universo por estrenar. ¿Además de las letras en castellano, que inaugura con este trabajo?

–Para mí es un cambio personal y musical. Tuve un momento de bloqueo, estaba acostumbrada a hacer canciones en inglés, a un estilo muy cerrado y de alguna forma el cuerpo me estaba pidiendo un cambio. En el arte creo que es súper importante experimentar y no quedarte atascado en una misma cosa. Tenía que buscar algo diferente, salirme de mi zona de confort, hallar cosas nuevas, coger ilusión por la música. Fue cuando decidí que era el momento de dejarme llevar, escucharme a mí misma, ver que quería, no seguir la inercia de otros discos.

–Salir del lugar propio siempre es complicado...

–Sí, mucho. Después de haber hecho varios trabajos del mismo estilo, aunque uno era más oscuro, otro más naif, otro más eléctrico no salía mucho de ahí, era importante abrirme a otras cosas. La verdad es que ha sido muy estimulante porque me encontré con un universo nuevo.

–¿De ahí el título?

–El título hace referencia a un libro de física cuántica que me gusta mucho, un libro que pueden leer desde los niños pequeños a los mayores, que se llama La puerta de los tres cerrojos, y explica cómo funciona la física cuántica a base de un cuento. De ahí salió la frase Universo por estrenar y me parecía que me venía muy bien. Para mí ha sido abrirse a algo nuevo.

–¿Por qué la psicodelia?

–La música psicodélica la llevo escuchando desde hace muchos años, desde que me gustaba Pink Floyd, que para mí son el referente perfecto. Llevaba ya un tiempo intentado meter ese punto psicodélico a las canciones pero no salían de forma natural y no quise forzarlo. Quizás por eso no he grabado antes este estilo. En los directos sí que tocábamos partes instrumentales en las que nos dejábamos llevar y sí que se notaba que había ese gusto ahí. En este disco sí que se han unido la psicodelia de los 60 y 70, la neopsicodelia de ahora con lo que hago. He llegado a un punto en el que estoy muy cómoda, muy a gusto. Pensaba que me iba a costar al ser en español y todo lo contrario, me lo estoy pasando muy bien.

Anni B Sweet en un concierto. Anni B Sweet en un concierto.

Anni B Sweet en un concierto.

–¿Está siendo bien recibido?

–Mucho. Estoy esperando a que salga una crítica negativa, aunque prefiero que eso no ocurra, claro, pero de momento han sido todas positivas. Estoy encantada. Parece que incluso la gente que me seguía ha entendido éste a la perfección. Eso me hace mucha ilusión porque el cambio, aunque lo hayan percibido como algo brusco, no les ha parecido tan extraño. Y para los que han creído que era brusco les ha resultado muy bueno, con lo cual es bastante positivo todo.

–¿Qué tiene que tener un buen disco?

–Si lo supiese iría directamente a por ello. El misterio de la música es ese, que no se sabe qué hace que una canción se te pegue tanto, se te quede y te haga sentir cosas bonitas. Yo me guío mucho por una buena melodía, una buena letra, que el sonido me lleve más allá, hay muchas combinaciones. También me gusta que me sorprenda, que no siga la estructura básica del pop, que de pronto haya un parón, que entren voces y que ocurran cosas, y que todo eso se pueda reunir de una forma muy natural. Hay que ser sincera y honesta, dejarse notar que disfrutas con ello, así la canción llegará mucho más que algo frío y distante, cuando falta el sentimiento y se muestra más un producto para que funcione.

–¿Compone letra y música? ¿Cómo suele trabajar?

–Sí, lo hago todo. Escribo mis canciones, las compongo, la preproducción la hago en casa, con las demos, trabajé también en los arreglos, en los teclados, en el ritmo de batería...

"Para componer necesito estar sola, escucharme, ver qué tengo que contar y buscar una atmósfera para eso"

–Su proceso creativo, entonces, es muy solitario...

–Sí, siempre. Para mí tiene que ser así porque es un proceso muy íntimo. Necesito estar sola, escucharme, ver qué tengo que contar y a partir de ahí buscar una atmósfera para eso. Es un momento en el que me gusta encaminarlo yo y después llamar a amigos en los que confío y sé que le van a poner mucho cariño para poder acabar las cosas. Estoy aprendiendo y todavía no tengo tantos conocimientos como para hacer un sonido que tengo en la mente. Necesito ayuda para llegar a él. Noni, mi pareja, me ayudaba en los momentos de bloqueo, se hacía un bajo o una guitarra que han quedado para el disco. En la producción final entró James Bagshaw, de la banda Temples, ha hecho muchísimos arreglos para que todo cobre una dimensión diferente. Intento dejar muy encaminadas las canciones, para que sepan por dónde la quiero llevar, aunque luego esté abierta a mil cambios. Javier Doria, se han encargado de hacer la mezcla y Ángel Luján el mástering. Eso sí, estoy encima de todo el proceso.

–¿La composición es algo diario?

–Todos los día surge algo, alguna frase que apunto y sé que de ahí puede salir una letra, o estoy con la guitarra y me sale una melodía muy bonita y la grabo para un futuro. El bloqueo que me ocurrió antes de este disco fue bastante raro, nunca me había ocurrido, de hecho pensé que de ahí no salía, que se había acabado, que a lo mejor el arte tiene su fin, pero de momento no fue así. Creo que fue una llamada de atención de mí misma para despertar.

La malagueña inicia en julio una nueva temporada de conciertos La malagueña inicia en julio una nueva temporada de conciertos

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–En el mundo de la música, ¿uno tiene que montarse un personaje?

–Siempre he pensado que no es fundamental. De hecho nunca he llevado ningún personaje sobre el escenario. Soy bastante tímida frente al público, me impone mucho respeto y no soy capaz de soltarme del todo para hablar. Cuando estoy tocando está todo bien, pero en el momento en el que para la canción ahí es cuando todo se vuelve un poco más extraño para mí. Quizás si me crease un personaje, aunque para mí lo veo muy difícil porque no soy ese tipo de persona, me ayudaría un poquito más a relajarme.

–¿Cómo se lleva eso de hacer giras por tres continentes, vender sus discos en decenas de países y ser en 2015 la artista independiente española con más oyentes en Spotify?

–Creo que desde fuera se notan esas cosas más fuertes que desde dentro. Si lo pienso no he parado de trabajar, he estado de un sitio a otro tocando, ensayando, componiendo nuevas canciones y la sensación es de alegría porque está funcionando lo que haces, piensas qué bonito que a la gente le guste tu música, qué ilusión poder llevar tu música a todas partes, me siento súper agradecida, estás trabajando y tienes un feedback, una respuesta de la gente que te escucha, que valora algo en lo que pones tanto trabajo e ilusión. Son muchas horas porque no hay momentos de desconexión, no paras de leer, de buscar nuevos instrumentos, de intentar inspirarte, la cabeza está todo el rato funcionando. Esa es la parte más fea, el no saber desconectar, el tener la música tan unida a tu vida personal que no sabes distinguir qué es trabajo y cuándo estás relajada. Hago lo que me gusta y estoy súper agradecida, pero hay momentos en los que me quitaría el chip que tengo en la cabeza y olvidarme unas horas de todo.

"A Málaga la veo cada vez mejor, hay mucho más movimiento cultural, más conciertos, más ganas de atraer a ese público"

–Se fue a Madrid a estudiar Arquitectura, ¿lo dejó finalmente?

–Lo dejé sin terminar tercero de carrera, estaba a punto de acabarlo. La Arquitectura es muy egoísta, no puedes hacer otra cosa, ya de por sí no dormía en la carrera sin tener nada con la música, fue una locura cuando entré a tocar y ensayar. Vi que no era posible. Los estudios siempre se pueden retomar, están ahí, pero la música es algo que te pasa y tienes que coger la oportunidad.

–¿Cómo se ve Málaga desde fuera?

–La veo cada vez mejor, hay mucho más movimiento cultural, cada vez hay más festivales, más conciertos, más ganas de atraer a ese público, está siendo de las provincias andaluzas más fuertes y eso se ve desde fuera. Siempre hay buenas exposiciones y propuestas culturales que visitar.

–¿Cree que la ciudad necesita ese auditorio en el puerto de Málaga que la crisis dejó pendiente?

–Sí, siempre. Siempre voy a creer que es necesario que haya música y un lugar para ello. Sería genial, sería ponerle la guinda al pastel. Creo que un auditorio atrae a mucha gente, hace que la ciudad sea más abierta y la gente quiera visitarla más.

–Se ha invertido mucho en arte, ¿considera que la música no ha sido igual de bien tratada?

–Yo creo que están en ello, cada vez me suena más la ciudad, veo festivales, conciertos y la gente está encantada en las salas, se les trata bien, con cariño y profesionalidad. Eso es lo que me dicen mi compañeros, escucho cosas muy buenas. Llevo un tiempo sin tocar en Málaga y ya tengo ganas de volver.

"Es necesario que haya música y un lugar para ello, el auditorio sería ponerle la guinda al pastel, atraería a mucha gente, haría una ciudad más abierta"

–¿Faltan espacios para la música en directo?

–Hubo una época en las que había más salas de conciertos, después empezaron a desaparecer y ahora me da la sensación que están volviendo a surgir. Creo que hay salas, que hay interés y eventos, que se hacen un montón de cosas. Pero cuantas más mejor, y que sean salas con un buen sonido y un buen equipo, hechas para ello. Eso lo veo primordial. Me encantaría que abriesen una sala equipada perfectamente para conciertos de rock, con varios formatos de sala, este tipo de salas que son súper agradecidas.

–¿Se siente reconocida en su tierra?

–Yo creo que sí. Es verdad que hago pocas cosas, me gustaría estar más por aquí, estar más presente, pero cuando vengo me tratan muy bien y me han mencionado con orgullo. Pero todavía me queda camino por recorrer. Vengo de un mundo más alternativo, quizás haya músicos que están por encima de mí en ese sentido. Lo mío es más una carrera de largo recorrido.

–¿Granada sigue siendo la tierra del indie?

–Sí, aquí se respira música nada más salir a la calle.

–Vuelve a la carretera ahora en julio, ¿preparada?

–Me gusta mucho el directo, es donde más disfruto, aunque hay momentos en los que hay que crear una conexión con el público, no solo a través de las canciones, y ahí es cuando me pongo más nerviosa, cuando estoy más fuera de mi forma de ser. Tocando no hay problema, ahí es donde mejor me siento.

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