"Apta" para trabajar una paciente de cáncer con el 41% de discapacidad

Pese a que los informes médicos le desaconsejan realizar esfuerzos con los brazos y que tiene una discapacidad reconocida por el Centro de Valoración de la Junta del 41% tras ser operada de un cáncer de mama, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) considera lo contrario. Rosario Cortés, vecina de Mijas, acaba de perder el juicio contra la Seguridad Social por el que pedía la incapacidad permanente. La sentencia formulada por el Juzgado de lo Social número 12 de Málaga asegura que es "apta" para seguir desarrollando su trabajo como cajera en un hipermercado. "No quieren reconocer lo que me está pasando para darme la incapacidad y la verdad es que lo estoy pasando bastante mal", señala.

Hace dos años que le detectaron un cáncer de mama. Entonces trabajaba como cajera en un hipermercado, pero tras conocer la noticia no le renovaron el contrato. Tras varios meses cobrando la baja laboral el informe del tribunal médico de la Seguridad Social consideró que no se le debía declarar la incapacidad permanente por las secuelas que le había dejado la enfermedad. Además de un linfedema, un edema en la mama y una necrosis producida por la radioterapia, tiene dos roturas en las costillas, por lo que acude a rehabilitación entre dos y tres veces por semana. "Los dolores y la inflamación son constantes", explica Cortés, quien reconoce que su reincorporación al mercado laboral no será fácil. "Me limita mucho y tampoco cuento con una preparación para realizar trabajos de oficina que no requieran de esfuerzo físico. Me gustaría prepararme para adaptarme al mercado porque quiero trabajar, no me quiero quedar en casa, pero la situación económica es complicada", comenta.

Cortés cuenta con los informes médicos a su favor, incluso un escrito avalado por la Asociación Española contra el cáncer que indica que "el dolor de la mama y región izquierda se va incrementando a la movilización del hombro y empeora notablemente con la realización de esfuerzos. Tanto por esto como por el edema que presenta la paciente se le desaconseja la realización de dichos esfuerzos tales como manipulación de peso y movimientos de repetición con el miembro superior izquierdo". Entre los documentos, destaca la valoración de su médico de cabecera, quien indica expresamente que "las limitaciones por poliartralgias relacionadas con el tratamiento hormonal y las secuelas de radioterapia limitan realizar una vida laboral activa, por lo que no estoy de acuerdo con el alta emitida por inspección". Por si fuera poco, también presenta dolor y tumefacción en el tobillo izquierdo como consecuencia de la medicación, por lo que se le aconseja realizar pausas de cinco minutos cada hora.

Sin embargo, tras demandar a la Seguridad Social y esperar un año hasta la celebración del juicio, el juzgado ha resuelto la causa, para su sorpresa, en su contra, por lo que ha anunciado que recurrirá la sentencia. "Aunque la grave enfermedad padecida por la actora (afortunadamente superada), exigió unos tratamientos agresivos que le han ocasionado secuelas, las mismas afectan a una extremidad que no es la dominante y que no le impiden el desarrollo de las principales tareas de su profesión habitual de cajera", señala el documento, al que ha tenido acceso este periódico.

"Lo que no dice la sentencia es que tengo un linfedema, que es una patología crónica, que no se quita, que puede mejorar o puede empeorar, por eso no se deben hacer esfuerzos ni coger peso", explica la afectada, quien la próxima semana solicitará someterse a una operación de reducción de pecho "para ver si así mejora un poco y se reduce el dolor".