La Araña lucha contra la ley de Murphy

"El día que empezamos con la nueva fábrica desapareció el mercado". Podría ser uno de los nuevos axiomas de la ley de Murphy, pero, en palabras del consejero delegado de Financiera y Minera, Jean-Yves Le Dreff, es lo que le ha ocurrido a la fábrica de cemento de La Araña. La multinacional ha invertido 110 millones de euros en Málaga para tener una de las factorías más modernas de Europa y, curiosidades del destino, el negocio está ahora por los suelos por la crisis de la construcción.

Le Dreff se desplazó ayer a Málaga para hacer un balance y subrayó que la venta de cemento ha descendido un 60% en España desde 2007, un "impacto brutal" que le supuso a la compañía el año pasado un nuevo descenso de la facturación, en este caso, del 20%. La mitad de las ventas de Financiera y Minera en España -cifradas en 176,5 millones de euros- proceden de Andalucía y, dentro de la comunidad, el 80% parten de la fábrica de cemento malagueña, lo que demuestra su peso.

Pese a la reducción de ventas, Financiera y Minera ganó el año pasado 13,4 millones de euros. ¿Cómo lo han conseguido? Una de las claves ha sido el incremento de la exportación en un 70% a países como Argelia, Italia, Gambia o Mauritania. Este año prevén exportar 500.000 toneladas de cemento y el 60% irá a través del puerto de Málaga. De hecho, Le Dreff aseguró que "se ha multiplicado por cuatro el volumen de exportaciones realizados desde el puerto de Málaga entre 2009 y 2010", dando oxígeno a una infraestructura portuaria más necesitada que nunca. El consejero delegado de Financiera y Minera también reconoció que han reducido la plantilla un 20% en Málaga, quedándose en unas 120 personas. Ese descenso se debe en parte a la caída de ventas, aunque también a que la nueva fábrica "es más eficiente y se precisa menos personal".

La búsqueda de la eficiencia ha sido precisamente uno de los ejes desarrollados por la empresa en España para sortear la crisis. Han reducido el gasto en combustible un 10% y el consumo eléctrico, a la vez que han optimizado el uso de materias primas. De esa forma se ahorraron el año pasado 3,3 millones de euros. También han disminuido costes generales y de gestión por valor de 9,8 millones de euros.

Sin embargo, los augurios no son buenos. Le Dreff cree que este año las ventas disminuirán otro 10% y tiene una "gran incertidumbre sobre 2012" aunque piensa que también habrá un descenso ya que tanto la obra pública como la residencial están en caída libre. El consejero delegado de Financiera y Minera criticó además el incumplimiento de la ley de morosidad por parte de las Administraciones Públicas.

Una cosa son los números y otra las sensaciones. Málaga tiene una fábrica puntera y la buena noticia es que, según Le Dreff, se ha reducido en un 60% la emisión de partículas y un 5% la de CO2 gracias a un proceso continuo de inversión que en 2010 se tradujo en la instalación de nuevos filtros de mangas, entre otros aspectos. "Hemos hecho la inversión privada industrial más importante de Málaga", decía ayer Le Dreff. Ahora solo queda que Murphy, por una vez, acompañe y el sector resurja.