Talleres para luchar contra el párkinson
Asociación de Párkinson de Málaga
La Asociación de Párkinson de Málaga ofrece actividades semanales como tai chi, reiki o actividades de movilidad que ayudan a mejorar a los enfermos
Dolor, fatiga, inexpresividad en el rostro. Estos son algunos de los síntomas que padecen las personas con párkinson, aunque la mayoría de la sociedad solo la asocia a temblores. Influye sobre el control de los movimientos, provoca rigidez y el conocido temblor. Pero va más allá. Puede causar hipocinesia, es decir, falta de movimientos. También la llamada máscara, que hace referencia a la falta de expresión de los músculos de la cara.
El párkinson, que hasta el momento no tiene cura, es la enfermedad neurodegenerativa más común después del alzhéimer, sin embargo son pocos los que la conocen. “El párkinson es un gran desconocido, incluso para los pacientes”, afirmaba la presidenta honorífica de la Asociación de Párkinson de Málaga, Catalina Martos Vadell.
Martos ha sido presidenta de la asociación durante 14 años, formando parte de ésta casi desde sus inicios en 1997. Acudió a ella cuando le diagnosticaron párkinson con 59 años: “Cuando supe que lo tenía estuve dos años sin pedir ayuda, pero mi marido un día me propuso buscar una asociación y llegamos hasta aquí”, recordaba. La entidad sin ánimo de lucro comenzó con seis o siete personas, según explica. Hoy, son más de 120 entre socios, enfermos, familiares y voluntarios.
“Venir es muy importante porque te das cuenta de que no eres tú solo quien tiene la enfermedad y de que puedes vivir con ella”, destacó Martos, que tras sus años de experiencia, tanto con la enfermedad como al frente de la asociación, ha conocido a muchas personas a las que les ha mejorado la vida. “Lo que te gratifica es cuando la gente te dice que tienen un antes y un después al venir ”, añadió.
La entidad lleva a cabo varios talleres semanales para mejorar la calidad de vida de los enfermos. “Hemos visto personas que venían con muletas y hoy vienen andando”, comentó el presidente, Eugenio Agüera Serrano, que también la padece. Pero no solo consiguen mejorar la movilidad, sino también el ánimo. “Nada más llegar te cambia el chic. Lo que hay aquí es fabuloso en ese aspecto, te da moral y ganas porque ves a otro que puede hacer una cosa y dices ¿por qué yo no voy a hacerla?”, señaló Agüera.
Reiki, tai chi, fisioterapia, psicología, logopedia, música, movilidad y ritmo… Son algunas de las actividades que ofrecen. “Cuando a una persona le diagnostican párkinson la sanidad pública lo único que hace es dar el tratamiento farmacológico, pero el paciente necesita una terapia integral muy importante que es la que estamos dando nosotros”, indicó el vicepresidente de la asociación, Juan Francisco Melgar García.
Alberto Ramos, de 72 años, es uno de los enfermos que acude a los talleres habitualmente. “Llevo con esta enfermedad 17 años. Mi vida cambió radicalmente, apuntaba. Ramos llegó a la asociación como iniciativa de su mujer, aunque al principio era un poco reticente.“Yo no era partidario de este tipo de cosas, pero vine un día y me gustó tanto que no he vuelto a faltar desde entonces. Aquí nos ayudamos mucho unos a otros”, manifestó.
Aunque la edad media de inicio del párkinson es a los 60 años aproximadamente, a Sol Rico, de 50, la golpeó con apenas 46. “No me lo diagnosticaron hasta los 48. Fueron dos años de calvario de un médico a otro y me decían que no tenía nada. Hasta que un día me metí en la cama rígida con temblores y dolores”, señaló. Pero, tras llegar a la Asociación, su estado ha mejorado considerablemente: “Al venir estaba mucho peor que ahora. Ves a los compañeros que son un ejemplo a seguir y que te dan su cariño y apoyo, eso no tiene precio”, aseguró.
Desde la asociación reivindican la necesidad de contar con un local propio para ofrecer las actividades con mayor calidad, ya que en estos momentos las realizan en el Centro Social Rafael González Luna, donde comparten el espacio con otros talleres.“Necesitamos más voluntarios, pero de momento más instalaciones. Sería muy bueno tener un gimnasio con aparatos propios para nosotros, pero necesitamos sitio para tenerlo”, manifestó Martos.
Cuidadores, los otros afectados por la enfermedad
La Asociación de Párkinson de Málaga no solo presta ayuda a los afectados por esta enfermedad, sino también a sus cuidadores. “Necesitan mucho apoyo, igual o más que los pacientes porque se agotan mucho”, explicó el vicepresidente de la entidad, Juan Francisco Melgar García. “Los cuidadores son muy importantes. No sabemos todo lo que hacen durante el día. Tienen que estar pendiente del paciente mucho tiempo”, comentó la presidenta honorífica, Catalina Martos. Desde la Asociación indican que cuidar de una persona enferma puede tener efectos emocionales e incluso implicar cambios en la unidad familiar. Por ello, ofrecen ayuda psicológica, ya sea de forma grupal o individual, una vez al mes.
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