Málaga

Aumentan las agresiones a policías locales: un agente de Málaga recibe un bocado de un hombre con VIH y sífilis

Un policía local de Málaga

Un policía local de Málaga / M.H. (Málaga)

El Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN) ha denunciado un aumento de agresiones físicas a policías locales de Andalucía en los últimos años. Aseguran que se ha incrementado en casi un 200% las agresiones defendidas por la asesoría jurídica de este sindicato solo en 2023. La última víctima registrada fue un agente de Málaga, que recibió un bocado en el brazo por parte de un hombre positivo en VIH y sífilis, por lo que el policía bajo tuvo que estar seguimiento médico de análisis de sangre durante varios meses.

Desde hace un tiempo, el sindicato manifiesta que "es rara la semana que no vemos en los medios de comunicación agresiones físicas sufridas por parte de las fuerzas de seguridad a todo lo largo del territorio nacional como consecuencia del desarrollo de sus funciones. Y es que cada año las estadísticas de estas agresiones aumentan de forma alarmante", un hecho que, apuntan, llevan advirtiendo desde el final de la pandemia. 

En Andalucía hay un total de 10.000 policías locales, de los que 2.100 están afiliados al Sindicato Independiente de Policía de Andalucía. En 2022 se presentaron 12 acusaciones particulares por atentado a agente de la autoridad, mientras que, en lo que llevamos de año, ya van por 25 las acusaciones presentadas.

Estas son algunas de las agresiones a policías locales de Málaga más destacadas registradas por el sindicato: El 15 de abril, un agente recibe severos golpes, que le hacen caer al suelo y le provocan lesiones considerables, cuando se dispone a detener a un individuo que había cometido un hecho delictivo. El 5 de marzo, un individuo al que se le da el alto policial propina un fuerte puñetazo en la cara a un agente y continuos golpes mientras es reducirlo para ser engrilletado. El 15 de agosto el sindicato registró una agresión durante una intervención en la Feria de Málaga, que le provoco la fractura de la muñeca al agente y dejó sin servicio un vehículo policial.

La última agresión recibida por un afiliado a SIP-AN se trata de un agente que recibió un bocado en el brazo por parte de un hombre el cual resultaba ser positivo en VIH y sífilis, encontrándose el policía bajo seguimiento médico de análisis de sangre durante varios meses.

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