Auténtica comida de pueblo
de menú
La Rebaná Perota se caracteriza por ofrecer una variada carta tradicional, basada en la cocina casera y al más puro estilo de los platos de los Montes
La Rebaná Perota nace de una ilusión, la de Miguel y Rosario. Juntos, iniciaron un proyecto hace dos años y medio con la mirada puesta "en la comida típica de los pueblos". Naturales de Álora, este matrimonio conoce bien el punto que a los platos tradicionales hay que proporcionarles. "Nuestra idea es que los clientes coman igual que en sus casas. De hecho, muchos vienen desde fuera porque el arroz les recuerda al de sus madres. Los callos, por ejemplo, se preparan de forma idéntica a la de zonas rurales", afirma el dueño.
Situado en la barriada de Teatinos, el bar se caracteriza por deleitar a sus comensales con una carta tradicional, de cuidada elaboración y basada en la cocina casera, pero "la de verdad", asegura su propietario. De lunes a viernes, se puede disfrutar de un variado menú del día por 7,50 euros, que incluye un primer y un segundo plato, bebida y postre. Cumpliendo con la tradición más pura, porra, gazpacho andaluz y paella de arroz son algunas de las opciones que pueden elegirse como primero, a las que les siguen otras posibilidades del tipo boquerones, ensaladilla rusa y filetitos.
Llegan las 9 de la mañana y Miguel se coloca el mandil, mientras que su mujer enciende los fuegos para preparar varias de sus especialidades, entre las que no suelen faltar guisos como carrillada, carne a la crema y ensaladilla rusa. También encabeza la lista de los platos estrella el sabrosón, "un tierno y jugoso solomillo, aliñado de manera única, que no se come en ningún otro sitio". Y es que los responsables de La Rebaná Perota, con el aval de diez años de experiencia trabajando como carniceros, saben bien de lo que hablan a la hora de adquirir buenos productos.
Para hacer honor a su nombre, el restaurante añade a su repertorio la rebaná de pan cateto, elaborada de hasta 24 maneras diferentes. La más demandada es aquella conocida como colesterol, de unos 40 centímetros. Se compone de tomate restregado, jamón serrano y huevos de codorniz. En el caso de la cabrera, con zurrapa roja, pimiento frito, chorizo y lomo, el éxito se debe a su gran parecido "con la auténtica rebaná de los montes". La carta también incorpora una amplia variedad de tapas, como la llamada peligrosa, que lleva queso rebozado.
La coyuntura económica no ha repercutido en las ventas de este mesón. El secreto parece evidente. "La comida tiene que ser de muy buena calidad. Hay que buscar la mercancía lo más fresca y sana posible, al tiempo que los costes deben permitir que la gente pueda salir a comer", subraya Miguel. Precisamente sus precios asequibles constituyen otra de las señas de identidad y atractivos de la casa. Así, pueden degustarse diez gambones a la plancha y dos medias de cerveza por un coste de 12 euros.
Para ocasiones especiales, el restaurante ofrece un menú de 22 euros, que incluye barra libre de cerveza, refresco y buen vino, además de un entrante por persona (jamón ibérico, chorizo, salchichón y queso manchego), un plato de aceitunas y otro de gambas cocidas -para cuatro comensales- rosada frita o a la plancha, un buen sabrosón y café.
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