Ejercicio contra la fibromialgia en Málaga: "Aquí trabajamos cuerpo y mente"
La asociación de afectadas por la enfermedad ofrece actividad física para paliar sus efectos
La incidencia de la patología es sobre más de un 90% en mujeres
Fibromialgia, la enfermedad incomprendida
Pacientes piden más recursos para que la sanidad "no se venga abajo"
Taller de espalda. Unas diez mujeres se preparan para el calentamiento de la clase de cada martes. Una hora de sesión consigue animarlas para el resto del día, y, sobre todo, incita al movimiento, algo esencial para contrarrestar la enfermedad. Ya son 25 años en los que la Asociación de Pacientes de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Málaga (Apafima), ayuda a sus usuarias a sobrellevar este incomprendido padecimiento.
Hasta hace menos de tres décadas, la patología no era más que un término desconocido en las consultas. Sus síntomas apuntaban a un simple malestar general, hasta que saltó la alarma al ver que los indicios persistían y derivaban a otros problemas físicos y mentales. "Es algo que te afecta en el día a día y tienes que aprender a vivir con ello, por eso atendemos desde un enfoque multidisciplinar", manifiesta la presidenta de Apafima, Argentina Gutiérrez. "Esta afección te mantiene en un constante estado de alerta. Se caracteriza por los dolores articulares, lo que desencadena desde colon irritable hasta migrañas, pérdida de memoria, o insomnio, lo que deriva a un cansancio crónico", explica.
El dolor ineludible propio de la enfermedad afecta de manera directa a la salud mental, por no saber manejar el problema. "Esto te provoca desequilibrios, hay días que no puedes ni con tu alma, al final es algo que quieras o no te afecta psicológicamente", confiesa una de las pacientes. La enfermedad lleva reconocida desde los años 90 por la OMS y ya existe algo más de visibilidad. "Antes en consulta te decían 'vete al psiquiatra', pero es que nosotras no estamos locas ni tenemos problemas psiquiátricos", apunta otra de las mujeres.
Enfermedad crónica femenina
Argentina Gutiérrez confiesa que son muy pocos los hombres que han visitado la asociación: "No sabemos si es porque los hombres lo llevan peor y no lo quieren evidenciar o por razones fisiológicas como la constitución del hombre, o porque nuestro sistema al final es más complejo". Lo que se sabe, es que existe evidencia de que son muchas más mujeres las que padecen este problema, en torno al 90% según el INE. Esto hace que exista un "sesgo de género" en una patología donde la principal afectada es la mujer, lo que coincide con las pocas investigaciones acerca de esta enfermedad frente a otras en las que sí existe un "50/50", sostiene Gutiérrez.
Un enfoque multidisciplinar
La presidenta de la asociación explica que su lema es "acoger al paciente y explicarle lo que ofrecemos: tenemos todo tipo de actividades enfocadas a la mejoría”. Apafima trabaja cuerpo y mente: combina un área de fisioterapia para el tratamiento físico de las pacientes, y un área de psicología, para promover el bienestar mental. Durante la semana se alternan talleres, el de espalda los martes y los jueves, y el miércoles la sesión de yoga terapéutico. Los viernes están reservados para las sevillanas, que según Argentina, ayuda a mejorar mucho la coordinación.
La asociación también proporciona un área de trabajo social para facilitar una ayuda a las pacientes con sus trámites y organiza charlas con sobre temas relacionados con la salud y la nutrición que otorgan técnicas para afrontar mejor el problema. Las pacientes, a la vez que aprenden y se conciencian sobre su condición, disfrutan de salidas culturales organizadas por la asociación, así como de desayunos y meriendas después de sus clases.
"Cada una tenemos nuestras circunstancias, pero la verdad que esto da vida, y encima nos reímos muchísimo", confiesa una de las mujeres al acabar la actividad. Apafima, además de ser un espacio que contribuye a la salud física y al movimiento, genera un ambiente de retroalimentación y contribuye a la socialización. "Me ayuda mucho a nivel cognitivo, con la memoria, pero sobre todo valoro el buen rollo con mis compañeras, que nos apoyamos mucho entre todas", admite Purificación, una de las pacientes.
Todas coinciden en lo mismo. Es difícil salir de casa cuando los dolores son insoportables, pero son conscientes que el moverse y el relacionarse son factores clave a la hora de aliviar los síntomas. "Por muy mala que esté una, las actividades que hacemos aquí siempre son positivas, nos viene muy bien". "A veces estás muy mal en casa, vienes y ves que el resto está como tú y te alivia", comentan las mujeres.
Llamamiento a la conciencia y la colaboración
Asociaciones locales, como es el caso de Apafima, cuentan con problemas a la hora de la financiación. "No contamos con los recursos suficientes, y es una pena, después de la pandemia nos cuesta mucho tirar para adelante", confiesa la presidenta. La asociación cuenta con un pequeño porcentaje de ayudas privadas, que son la aportación de los socios, además de las ayudas públicas con subvenciones y entidades colaboradoras, "Pero nos llegan para lo básico, ni siquiera hemos podido tapizar el suelo para que no se tenga que traer cada una la esterilla y hacer los ejercicios en el suelo, que además en invierno está muy frío".
"Nosotros también existimos y cada una tiene lo suyo, yo lo que quiero es que esto siga adelante, sobre todo para ayudar a las personas que estamos como estamos". Como una asociación compuesta por voluntarias, Argentina hace un llamamiento al voluntariado: "Es algo que enriquece muchísimo, y al final recibes más de lo que das". El objetivo es claro: "Queremos llegar al mayor número de personas posible, y conseguir que los médicos se conciencien de lo que es el problema y que proporcionen a sus pacientes este tipo de ayudas y recursos", remata la presidenta.
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