Movimiento en el Ayuntamiento de Málaga, las elecciones andaluzas del pasado mes de junio están teniendo sus consecuencias en la administración local, ahora, en septiembre, una vez ha pasado el verano y ha podido asentarse todo. Son tres las ediles que dejan de serlo en virtud de nuevos cargos de mayor responsabilidad: Gemma del Corral y Ruth Sarabia por parte del PP, y Alicia Murillo en la bancada socialista. En su lugar entran Mar Torres y Francisco Cantos, en el equipo de gobierno y Ángeles Gertrudis en la oposición. 

Ruth Sarabia era hasta el momento concejala delegada de Participación Ciudadana, Migración, Acción Exterior, Cooperación al Desarrollo, Transparencia y Buen Gobierno y la Delegación del Distrito de Campanillas, que ahora pasarán a manos de la número 16 en la lista del PP a las municipales en 2019, Mar Torres. El puesto número 15, que sería el siguiente, corre al haber obtenido Dolores Caetano un asiento en el Parlamento andaluz el pasado mes de junio.

Hasta ahora, Gemma del Corral tenía las responsabilidades del distrito Centro y el área de Sostenibilidad Medioambiental, que pasarán a manos de Francisco Cantos, que era jefe de distrito centro actualmente. Del Corral también tenía la octava tenencia de Alcaldía, que ahora pasa a manos de Jacobo Florido. 

De esta manera, la estructura del Ayuntamiento se mantiene tal como estaba tras su última modificación, producida en abril; cuando le dieron las responsabilidades de Turismo al propio Florido (que ya contaba con las de Personal) en detrimento de Rosa Sánchez, que se quedó con Promoción de la Ciudad. 

Por su parte, el grupo municipal socialista pierde a Alicia Murillo, concejala responsable de Economía y Vivienda en el partido, que comienza una nueva etapa como parlamentaria andaluza del PSOE –lo que supone la pérdida de uno de los nombres fuertes en la bancada de la oposición–. En su lugar, y tras la renuncia de Rafael Pozas –el siguiente en la lista– para no abandonar su actividad laboral, tomará el relevo María Ángeles Gertrudis, médica ya jubilada que ha sido subdirectora médica en el Hospital Regional y trabajó también en el centro de salud de El Palo, según informa el partido. 

Con los nuevos cambios, el alcalde cuenta con más libertad a la hora de hacer movimientos en sus próximas listas. Se van dos concejalas de gobierno por las que nunca sintió demasiada predilección. A Ruth Sarabia entre 2007 y 2019 la mantuvo como directora general de Derechos Sociales, Igualdad y Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Málaga. 

En el caso de Gemma del Corral, entre 2003 y 2011 la mantuvo como directora de directora general del Área de Igualdad de Oportunidades de la Mujer. En 2011 entró como concejala en el Ayuntamiento sin más responsabilidad que el distrito Centro hasta que en 2014 le otorgó las áreas de Cultura y Educación que en la última legislatura cambió por Sostenibilidad Ambiental. 

Entre los nuevos nombres, Mar Torres, no es la primera vez que se sienta entre los concejales del Ayuntamiento, fue concejala del distrito 5, Palma-Palmilla, entre 2011 y 2015 y anteriormente fue coordinadora provincial de la Fundación Secretariado Gitano y técnica en orientación laboral, entre otros puestos. Además, en 2019 ya tuvo que suceder a Raúl Jiménez cuando este dejó el Consistorio para asumir responsabilidades en la Junta.

Trabaja en el impulso de proyectos sociales desde 2002, primero lo hizo desde el ámbito privado durante nueve años y después pasó a hacerlo en el ámbito público, donde ya suma ocho años en esa tarea. Es licenciada en Psicología por la Universidad de Málaga y experta en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Telmo.

En cuanto a Francisco Cantos, es jefe del Distrito número 1 (Centro). En 2014, operarios de la grúa denunciaron un "trato de favor", cuando retiró su vehículo que estaba mal estacionado en los aledaños de la plaza de la Merced, en una zona reservada para servicio oficial y acabó por soltarlo en la calle de al lado, previa llamada del jefe de Unidad a su teléfono personal. Entonces, el empleado de la grúa prosiguió desenganchando el coche y devolviéndoselo a su propietario, que se había personado en el lugar para exigir que le fuese devuelto, sin que éste abonara ningún tipo de tasa y quedando anulado el servicio. El propio Cantos señaló que había olvidado colocar el documento identificativo.