La dependencia que los comercios y negocios de restauración del Centro histórico de Málaga tienen del turismo se está poniendo en evidencia en la actual crisis del coronavirus. Los efectos del COVID-19 y del estado de alarma, que durante meses ha impedido la llegada de visitantes a la ciudad, está haciendo mella en la recuperación de estos negocios. Tanto es así que tal y como confirman desde el Ayuntamiento de la ciudad, el proceso de "reactivación" en el casco antiguo es mucho más lento que en los otros distritos de la capital.

Con el objetivo de revertir en lo posible esta situación e incentivar el consumo en el Centro, el Consistorio está trabajando en la puesta en marcha de un paquete de medidas. Asunto que ya motivó la semana pasada sendas reuniones con los comerciantes y los hosteleros, por separado, y que en la tarde de este lunes se repetirá con los dos colectivos en la misma mesa.

A la espera de conocer en detalle todas las medidas analizadas, sí se puede adelantar que una de las que maneja el equipo de gobierno pasa por regalar entradas a los museos, billetes para el uso del transporte público y bonos para aparcar a los clientes de esos establecimientos.

"Los comerciantes y hosteleros viven la experiencia de la reactivación y es verdad que funciona mucho mejor en los barrios que el Centro, donde se evidencia algo que ya veíamos, y es que el turismo está muy vinculado a la evolución del comercio", explican desde el Consistorio. Cabe recordar que la principal asociación de hosteleros de la provincia, Mahos, ya advertía semanas atrás de un menor porcentaje de aperturas en el casco antiguo que en el resto de barrios e, incluso, del cierre de negocios como consecuencia de la crisis.