El Ayuntamiento de Málaga ha tardado casi un año en adjudicar de manera definitiva los trabajos de insonorización de las pistas deportivas del colegio Lex Flavia Malacitana, en el barrio de El Ejido. Esta es una de las instalaciones que se vio afectada de lleno por la crisis del ruido y las quejas de vecinos molestos por la práctica de baloncesto en horario extraescolar. 

A pesar de que el compromiso formal asumido por el Consistorio para solventar este problema, que supuso la firma de un acuerdo de colaboración con la Junta de Andalucía, data de finales de 2017, no ha sido hasta ahora cuando el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) ha podido desbloquear la selección final de la empresa que va a desarrollar las actuaciones necesarias. 

Se trata, según la documentación oficial, de Ingeconsa, Construcción y Agricultura, S.L.U., cuya oferta económica asciende a 99.756 euros (IVA excluido), con un plazo de intervención de tres meses. Se da la circunstancia de que ésta no fue la primera de las propuestas, ya que la mesa técnica encargada de analizar las once proposiciones presentadas, optó inicialmente por la oferta de Frasampa Proyectos Constructivos. 

Sin embargo, la misma fue finalmente descartada al comprobar que la firma "no cumple los requisitos para proceder a la adjudicación, por no estar al corriente en los pagos de los tributos ante la Agencia Tributaria y Seguridad Social". La conclusión adoptada por la mesa tuvo lugar el pasado 2 de octubre, más de siete meses después de que se emitiese un informe proponiendo la adjudicación de este servicio a la empresa ahora rechazada.

Ingeconsa tendrá que ejecutar el proyecto original, que contempla tres actuaciones. Una de ellas, la instalación de una pantalla de aislamiento acústico de 5 metros de altura desde la cota de techo, rellena de un material absorbente e los dos laterales de la pista cubierta que se encuentran más cercanos a las viviendas afectadas. 

Otra la instalación de otra barrera acústica de cuatro metros sobre el peto de bloque de hormigón del colegio que divide el centro escolar del vial público. Y por último, se pretende colocar paneles absorbentes acústicos fabricados de una combinación de espuma fonoabsorbente en el techo de la estructura metálica del recinto deportivo que eviten la reverberación de los sonidos producidos en la pista y que producía "el efecto tambor" que ampliaba dichos sonidos y generaba molestias. De acuerdo con los estudios técnicos incluidos en el proyecto de actuación, con la puesta en marcha de estas acciones el nivel de ruido proyectado hacia las fachadas de los edificios pasará de 76,6 decibelios a 41,1.