Más de tres años después de que se cerrase la anterior pasarela sobre el Guadalmedina para unir calle Salitre y calle Alemania, el puente junto al Centro de Arte Contemporáneo (CAC) entra en la etapa final de su montaje. Una vez la empresa adjudicataria del mismo ha conseguido los materiales, ya se encuentra ensamblando la estructura en sus instalaciones. Una vez se finalice con su ensamblaje se podrá comenzar con su instalación sobre los estribos que ya están situados en ambos extremos de la pasarela. 

Con esto, y si no se produce ningún nuevo retraso el puente podría estar disponible antes de que termine el verano. De esta manera, el retraso será de un año según lo licitado en la adjudicación a la la unión temporal integrada por Construcciones Garrucho y Tevaseñal. Su oferta fija el coste final en 404.991,26 euros, IVA excluido, (490.039,42 euros, IVA incluido), que tenía un plazo de materialización de tres meses. 

El concejal de Urbanismo, Raúl López Maldonado, asegura que el contrato ha permanecido en suspensión mientras no se ha podido conseguir el material necesario por un problema coyuntural tras la pandemia. Además, recuerda el período de pandemia que también contribuyó a la demora en los trabajos.

Este lunes los socialistas solicitaron al Ayuntamiento un informe interno para evaluar “posibles negligencias” tras tres años del derribo de la anterior pasarela peatonal por graves daños en su estructura y que no haya sobrecostes en las obras, a la vez que recuerdan que “el Soho y El Perchel están a la espera de quedar conectados de nuevo sobre el Guadalmedina”. 

Para Dani Pérez, portavoz socialista, “un equipo de gobierno que no es capaz de cerrar un contrato de una obra menor como el nuevo puente del CAC, una infraestructura tan demandada por los comerciantes de ambas riberas, no es un buen gestor”. De hecho, se cumplen ahora dos años del derribo de la anterior pasarela peatonal, que ya llevaba un año cerrada al público por problemas en su estructura. Para el líder socialista, “los grupos de la oposición debemos conocer exactamente qué ocurre con esta obra, si hay excusas sólidas para este retraso o si, por el contrario y como nos tememos, esto es otra muestra más de la mala gestión del PP en el Ayuntamiento de Málaga”.

A esto, el concejal de Urbanismo defiende su gestión, asegurando que hubiese sido más costoso y se hubiese prolongado más en el tiempo si se hubiera rescindido el contrato con la empresa, a la vez que recuerda que esta es una situación que se está produciendo en todas las obras públicas en el conjunto de la nación.