Benaoján vivió este sábado su feria en honor a su patrón, San Marcos, aunque fue muy diferente a lo previsto. Las restricciones marcadas por el actual estado de alarma decretado por el Gobierno central han provocado que se tengan que recurrir a una celebración en el interior de las viviendas, aunque no por ello faltó la música, trajes de flamenca o chaqueta y corbata para los hombres.

Desde primera hora de la mañana tampoco faltaron los cohetes que suelen anunciar que llegó uno de los días grandes en los que Benaoján sale a la calle a disfrutar de su fiesta.

A las 12:00 horas, como cada 25 de abril, lo que sí tuvo lugar fue la tradicional misa, aunque en esta ocasión sin público, ya que solo accedieron las personas necesarias para su celebración y para que fuese retransmitida por las redes sociales municipales.

En el interior del templo, además de la ausencia de público, las mascarillas, guantes y el crespón negro que lucía San Marcos en señal de luto dejaban claro que se estaba ante una ocasión especial. Un misa en la que hubo un recuerdo para los fallecidos, los enfermos y aquellos que están luchando para tratar de frenar su avance.

Terminada la misa, que retumbaba en las calles del municipio a través de las ventas abiertas de las casas, los benaojanos se dispusieron a iniciar una larga jornada para celebrar su feria, aunque de un modo muy diferente y “raro”.

Eso sí, buena parte de las viviendas de la localidad lucían en el exterior diferentes tipos de decoración típicas de feria, convirtiendo las entradas, patios y balcones en una suerte de caseta improvisada en la que no faltó de nada.

Farolillos, guirnaldas, banderitas, mantones, pañuelos o peinetas formaron parte del atuendo elegido por los vecinos para decorar sus casas y así dar sensación de estar en feria. Además, fueron muchas las mujeres que se animaron a vestirse de flamenca o ponerse, como mínimo, una flor o ropa de lunares. Ellos, por su parte, se animaron con el traje y la corbata, y es que la ocasión, aunque confinados, lo requería.

En algunas calles alguno de los vecinos se animaron también a hacer las funciones de dj de feria, colocando potentes equipos de megafonía para que las sevillanas llegasen al mayor número de vecinos posible. “Así tenemos la calle animada”, comentaba uno de los jóvenes que desde la entrada de su casa había puesto en marcha una selección musical típica de estas fiesta, en las que tampoco faltó ‘Paquito el chocolatero’.

Y entre baile y baile, tiempo para hablar con los vecinos de balcón a balcón o entre un patio y otro, con brindis en la distancia incluido y vivas a San Marcos. Incluso en algunas calles los vecinos se habían lanzado las tiras de banderitas de una casa a otra para dar una mayor sensación de feria. “Por lo menos charlaremos con los vecinos mientras nos tomamos algo en familia”, indicaba uno de los residentes en una calle de casas con patios delanteros.

En cuanto a la comida, tampoco faltó lo más habitual, como huevos rellenos, jamón, marisco y queso, todo ello regado con diversos vinos, entre los que no faltó tampoco la manzanilla. Incluso los hubo que se animaron a realizar una buena parrillada para aguantar una jornada larga “si el agua nos deja”, matizaba otro vecino mientras miraba al cielo al comenzar a caer algunas gotas de agua.

Y así vivió Benaoján una festividad que el próximo año esperan poder celebrar sin ningún tipo de restricción y poder volver a la calle y la plaza del pueblo.

Mientras tanto, otra localidad de la comarca, Genalguacil, también anunció que mantiene la celebración de su patrón. Al igual que Benaoján tendrán una misa por redes sociales, música desde los altavoces municipales, brindis desde casa o se mantendrá el tradicional almuerzo para los mayores, aunque para ello el Ayuntamiento se encargará de repartir a domicilio una coma especial para los ancianos que viven en la localidad.