El consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, insistió este miércoles en que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que “además es diputado por Málaga, no puede permitirse el lujo de darle una patada” al sector cárnico “tan importante en Málaga, en Andalucía y en España”, por lo que ha dicho que el Gobierno central, presidido por Pedro Sánchez, “o tiene que pedir una rectificación urgente al ministro o el cese inmediato”. “No le queda otra salida”, agregó. Así lo ha señalado Bendodo, en una visita en Málaga a la empresa de distribución, envasado y elaboración tanto de pescado y marisco como de productos cárnicos, Román y Martos, donde ha dejado claro que “no vamos a permitir ataques infundados que perjudiquen a nuestras empresas y a nuestros trabajadores, vengan de donde vengan”.

“Cuesta mucho trabajo salir todos los días al mercado a vender nuestros productos para que alguien desprecie el trabajo de tantas personas”, ha dicho, aludiendo al sector cárnico, “al que el propio Gobierno no puede poner en una diana porque un ministro no sepa cuál es su trabajo o sus competencias sean tan limitadas que hace que se dedique fastidiarnos a todos los demás”.

A su juicio, “al que le duele España no hace eso”, señalando que la actividad cárnica en Andalucía genera 2.000 millones de euros al año y 5,5 millones de jornales en el campo; además de que cumple con todos los requisitos establecidos; que exportamos a otros mercados de otros países 130.000 toneladas de carne de Andalucía; y que cuenta con 560 empresas y con 24.000 trabajadores”. “Esto no se puede poner en riesgo”, dijo, explicando que en “los diez primeros meses del pasado año las exportaciones andaluzas del sector cárnico han alcanzado los 406 millones de euros” y Málaga, ha añadido, “lidera las ventas como hizo en 2020, al sumar 200 millones de euros en exportaciones”.

Recuerda que el Gobierno andaluz ha recuperado los cursos de formación

Por tanto, sostuvo, “un político que conoce todos estos datos, y además es diputado por esta provincia [Málaga], no puede permitirse el lujo de darle una patada a este sector tan importante en Málaga, en Andalucía y en España”. “Nunca llegó tan lejos”, criticó, advirtiendo de que “no es la primera vez. Ya lo hizo con el turismo, ya lo hizo con el aceite de oliva, con el jamón y ahora con el sector cárnico”.

Por otro lado, Bendodo se refirió a Román y Martos, una empresa con más de 40 años, dedicada a la distribución, envasado y elaboración tanto de pescado y marisco como de productos cárnicos. Así, ha explicado la facturación de la empresa es de 30 millones de euros, pero buscan llegar a los 50 millones. “Eso habla de la importancia del sector agroalimentario en la provincia”.

En su intervención habló de formación y empleo. “Estas empresas que siguen creciendo más es muy importante que tengan mano de obra, mano de obra cualificada”, resaltando “el compromiso de todas las empresas que están haciendo un esfuerzo por la formación de empleados y compromiso con desarrollo sostenible”. Recordó, al respecto, que el Gobierno andaluz “ha recuperado los cursos de formación en esta legislatura tras diez años de parálisis”. “Se ha reforzado la Formación Profesional para el turismo y la hostelería, porque son, sin duda, patas estratégicas de nuestra economía. Y lo hacemos sin complejos porque tenemos que defender nuestros sectores productivos”, aseguró.

De igual modo, se refirió al compromiso con el desarrollo sostenible. En este punto, ha aludido a la ley de economía circular que pronto conocerá el parlamento de Andalucía antes de este verano. “Este Gobierno apuesta sin ningún tipo de complejos por las empresas andaluzas, queremos que sea tierra para inversión, generación de empleo y la mejor forma de hacerlo es aportar por las empresas”, abundó. Así, incidió en que lo que ha hecho el Gobierno para apostar por las empresas “es bajar impuestos, reducir trabas y simplificar administrativamente las gestiones burocráticas; apostar por la colaboración público privada; hablar con todo el mundo y blindar los servicios públicos como la sanidad y la educación”.