Es buen año de cerezas. Los productores lo llevaban advirtiendo desde el principio de la primavera, y fueron escuchados a tenor de la presencia de visitantes que acudieron ayer a Alfarnate. Hasta este municipio de la Alta Axarquía llegaron autobuses fletados por agencias de viaje de Málaga que saben de la idoneidad de la excursión: una oportunidad para comprar las demandadas cerezas del que llaman el Jerte Malagueño, unas degustaciones en el entorno natural de El Ejido, y una buena comida casera en algún restaurante del pueblo o de sus inmediaciones. La Fiesta del Día de la Cereza, que lleva ya doce ediciones, es todo un acierto.

Y esta lo fue aún más porque había producción suficiente para atender a la demanda. El frío del invierno ha conseguido que tengan un punto óptimo de maduración y que hayan salido hasta 100.000 kilos. Ayer se pusieron a la venta más de 6.000 de las semitempranas, concretamente de la black star y la prime giant. La primera fue la conocida burlat pero todavía quedan las variedades medias como las starking, stela, bing, van, sumburs y las semitarías como larins, skeena, sweet heart y la stacato, que como recordaban ayer los productores pueden llegar hasta a agosto. Y es que han sido los propios agricultores los que tras empezar hace casi dos décadas han ido probando las diferentes variedades de las que ayer presumían. Algunas tienen mayor tamaño, otras más rojillas o brillo, pero en lo que sí hay coincidencia es en la calidad que tienen todas y el sabor dulce que engancha. La fama, bien la merecen.

Además, son los propios agricultores del pueblo los que preparan las cajas con esmero. Dos kilos, que según la variedad pueden costar entre 6 y 8 euros, y en la que no existen las sorpresas. Tratan de que todas tengan su rabillo, y por supuesto, ninguna picadura. "Es un fruto muy delicado pero resulta rentable. El sabor ya sabemos que es delicioso pero hay que cuidar también su presentación y precio", comentaba un productor a una clienta en el recinto de El Ejido, donde se podían adquirir en al menos una docena de puestos. Hasta ayer mismo las estaban cogiendo para que los visitantes saboreasen el fruto recién cogido.

También se podían comprar dulces caseros, aceite de oliva virgen extra de la comarca de la Axarquía, pasas o embutidos. Artesanías de la Axarquía también había para llevar de recuerdo.

Más de 6.000 personas pasaron por allí, y luego disfrutaron de la música y de las degustaciones que los alfarnateños ofrecieron en este entorno natural del que presume el pueblo rodeado de árboles.

Durante la fiesta también hubo degustaciones de porra, zoco y catana y el tradicional concurso de lanzamiento de huesos de cerezas. Allí se pudo comer porra, zoque -una variedad del gazpacho - y catana -la masa del éstos con jamón y atún- a cargo del Ayuntamiento.

A las doce del mediodía, el periodista Javier Almellones ofreció el pregón de la XII edición del Día de la Cereza de Alfarnate. También recibió un premio junto al Club Deportivo Alfarnate, responsables durante 20 años de organizar la marcha Cicloturística y el Mesón de la Villa que fue quien el pasado año tuvo el stand mejor decorado. Asimismo se realizó un agradecimiento especial a la labor desempeñada en la organización de la fiesta a Salvador Martín Fernández.

Al filo de las cinco de la tarde, toda la expectación estaba puesta en el concurso de lanzamiento de huesos de cerezas. Una caja para el ganador que se disputó entre hombres y mujeres de todas las edades.

Entre los asistentes a la XII edición del Día de la Cereza destacar la presencia del delegado del gobierno andaluz en Málaga José Luis Ruiz Espejo, la delegada territorial de Cultura y Turismo, Monsalud Bautista, el presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Axarquía, Gregorio Campos, y la coordinadora del IAJ, Silvia Cabrera.

Uno de los puestos instalados para celebrar el Día de la Cereza.