Bufet japonés a la 'tablet'

En un restaurante bufet donde por 17 euros puede comer todo lo que quiera, se puede ahorrar incluso la necesidad de levantarte a por la comida. El establecimiento de comida japonesa Inasia ofrece a sus clientes la posibilidad de pedir cualquier plato a través de un programa que llevan incorporadas las tabletas que están repartidas por las mesas. Con un máximo de cinco por consumidor, las personas pueden elegir entre una amplia variedad de alimentos (84 en total) que le llegarán a su mesa en cinco minutos. El aparato electrónico envía la información a la cocina, que registra lo pedido para que el camarero simplemente tenga que llevar la comida a los clientes. "La idea la hemos exportado de Holanda. Allí el sistema es habitual", asegura Zhen Guo Guang, dueño del restaurante que pretende ofrecerle a los ciudadanos "el mejor servicio posible".

Para evitar que los clientes pidan comida de más, Inasia multa con 1 euro por cada shushi, dos por cada plato caliente que sobra. "Lo hemos implantado para prevenir que la gente se deje mucha comida, que después tenemos que tirar", confirma uno de los camareros. "Me parece genial que exijan indemnización a los que piden tanta comida", asevera Noemí Iglesias, a la que le encanta la decoración del local, sin duda uno de los "platos fuertes" del lugar.

El dueño afirma que el plato que más le suele gustar a la gente es el solomillo de pato, la única carne animal que viene de Francia, ya que el resto lo compran en la provincia. Los cocineros, como el sistema de pedir desde la tablet, son de Holanda, aunque tienen descendencia japonesa. "Aquí hay buenos restaurantes japoneses, pero son muy caros", expone Guo Guang.

Ángel Quintero, que acude por primera vez a este establecimiento, destaca que es "barato para la zona en la que está situado" y que además tiene una decoración "que te invita a entrar". "El personal es muy amable y te aconsejan bastante bien a la hora de pedir", explica este joven. El fácil acceso y la posibilidad de aparcar por la zona son otros de los principales atractivos del local, que está situado justamente al lado de Puerto Marina. "Es lugar es magnífico, muy turístico. El 99% salen encantados", detalla uno de los camareros.

Abierto desde el 25 de julio, Zhen Guo Guang manifiesta que "está funcionando, cada día viene más gente". Pileta Martín cree que la decoración es uno de los puntos fuertes del lugar, ya que le aporta "elementos que lo diferencian de los que están en la zona". "Se puede pedir muy rápido, todo está muy claro", arguye. Tres camareros trabajan en el turno de día y otros tres por la noche. Es en esta franja horaria donde más gente acude: "Por las noches estamos a tope, tenemos que pedir a los clientes que no entren", expone el gerente, orgulloso de una idea que le puede otorgar un gran impulso.