El personal laboral de los centros educativos es fundamental en el funcionamiento de los colegios e institutos de Málaga, sobre todo, en labores relacionadas con la seguridad, la higiene y para una atención digna e inclusiva a la comunidad educativa. Sin embargo, el sindicato de Comisiones Obreras denuncia que desde hace años no le dan toda la importancia que su labor tiene y cada día la plantilla tiene más presión. Además, aseguran que en muchos centros educativos de la provincia no se han cubierto sustituciones, vacantes y bajas, llegando a prolongarse la espera más de un año.

En este sentido, la responsable de Personal Laboral en el Sindicato de Enseñanza de CCOO de Málaga, Virginia Vázquez, ha explicado que la edad media del personal laboral ronda los 55 años y que la del personal fijo asciende hasta los 58. Además, ha añadido que “la mayoría trabaja en categorías con funciones de gran esfuerzo y llevan años soportando una carga laboral cada vez mayor debido al aumento de las necesidades, a las plantillas obsoletas y a la falta de interés en sustituir con brevedad las faltas de personal”.

Los centros educativos creados en la década de los 70, 80 y 90, según el sindicato, tienen el personal en función de las necesidades que el centro educativo tenía cuando abrió sus puertas. Año tras año y poco a poco, a nivel general, los centros educativos de Málaga han ido creciendo, ampliando unidades, incorporando centros educativos, duplicando o triplicando el personal docente y el alumnado e incluso con horarios de mañana y tarde. A esto se le suma que muchos han ampliado sus instalaciones, por lo que estos trabajadores han tenido cada vez más superficies a limpiar, más dependencias que abrir y cerrar y atender a un mayor número de personas manteniendo la misma plantilla, según el sindicato.

Vázquez ha hecho hincapié en que en Málaga hay vacantes sin cubrir desde hace más de dos años. Además, ha incidido en que desde el año pasado “se han producido muchas vacantes en los procesos de acceso a fijo que no se han cubierto y a estas alturas del curso no se sabe cuando se van a cubrir”.

Al hablar de casos concretos, la responsable de Personal Laboral ha apuntado que en el instituto de El Palo, que tiene dos accesos, ciclos formativos y turnos de mañana y tarde, han estado con un ordenanza hasta hace unos días que se incorporó la sustitución de una liberación. De igual forma, en este mismo centro educativo hay dos bajas que, según Vázquez, “una es de hace unos meses por accidente laboral que no se ha cubierto y otra es de hace más de un año que tampoco”.

Otra situación parecida está en el instituto Arroyo de la Miel, cuya plantilla es de hace 30 años y en estas últimas tres décadas se ha “cuadruplicado” el alumnado y las necesidades. “Hay dos personas de limpieza porque hay una baja desde hace tres meses que no se ha sustituido y otra que pidió excedencia hace dos meses, tras una baja, que tampoco se ha cubierto”, ha explicado Vázquez.

Por su parte, la secretaria general del Sindicato de Enseñanza de CCOO de Málaga, Yolanda Gamero, ha manifestado que “la falta de personal se debe a dos motivos fundamentales, por un lado, las plantillas están obsoletas, y por otro lado hay una falta de interés en contratar a personal para cubrir las ausencias”. También ha asegurado que “cada año hay más jubilaciones debido a la edad del personal laboral y esto, junto con la finalización de procesos selectivos, genera vacantes que tardan meses en cubrirse meses y algunas ni se llegan a cubrir.

El procedimiento para la sustitución de las personas con incapacidad temporal desde CCOO lo califican de “insoportable”. Además, sostienen que no se inicia el procedimiento para la sustitución “hasta el segundo o tercer parte de confirmación si la dirección del centro insiste y eso si además es considerada una baja de larga duración, si no, ni se inicia el proceso”. Cuando comienza, han explicado que se tarda al menos cuatro semanas en contratar. Por lo que serían “casi de dos meses para sustituir una baja, pero estamos viendo que la mayoría tardan más de tres meses y muchas veces quedan sin sustituir, porque se incorpora la persona de baja y otras se echan en el olvido”.