La ilusión regresa a Málaga como cada 5 de enero. El reloj marcaba las 16:30 horas cuando los Reyes Magos estaban terminando de prepararlo todo. Media hora más tarde, la entrada de la Alcazaba estaba llena de jóvenes que esperaban con alegría a que sus majestades salieran. Instantes después se abrían los portones de fortificación y salían a la calle. “¡Ya están aquí, ya están aquí!”, gritaban los más pequeños que se habían lanzado a la calle junto a sus familias para verlos sin ninguna restricción. Atrás quedaban las mascarillas y las distancias de seguridad para dar rienda suelta a la ilusión. El centro de Málaga estaba esta tarde noche a rebosar; una imagen que se repetía en muchos municipios.   

En la víspera al día más esperado del año para muchos, sus majestades los Reyes Magos a las 17:00 horas, como ya es tradición, se dirigieron junto a sus pajes y todo el Cortijo Real desde la Alcazaba al Ayuntamiento de Málaga, donde Francisco de la Torre, alcalde de la ciudad y Teresa Porras, concejala de Fiestas, los recibieron a las puertas de este.

Una vez en el Consistorio, los Reyes Magos y 100 niños en representación a todos los pequeños de Málaga soplaron las velas de la tarta del Centenario de Cabalgatas de Málaga, después de cantar el ‘Cumpleaños Feliz’. Más tarde, subieron al balcón principal para saludar a todos los malagueños que ansiaban con alegría e ilusión que diera comienzo la Cabalgata de 2023.

Baltasar saludando a los malagueños desde su carroza.

Junto a ellos estaba Olga Sánchez Ruiz, de 9 años y alumna del colegio Clara Campoamor y miembro de la escolanía del Orfeón Universitario, que en representación de todos los niños de Málaga leyó su carta a los Reyes Magos. En su intervención señaló: “Deseo que nuestra ciudad esté más limpia y entre todos la cuidemos como si fuera nuestra casa. Deseo que Málaga tenga un parque de atracciones para que sea más divertida. No quiero que los niños pasen penurias, que a ningún niño le falte un hogar, ni juguetes, ni libros, ni comida, ni agua, ni ropa ni amor. También que no haya más guerra y el mundo viva siempre en paz sin pandemias ni amenazas. Sería estupendo que Málaga sea la elegida para la Expo 2027. Málaga hacia la ciudad sostenible”.

Parece que después de la pandemia había ganas de recibir a los Reyes sin restricciones y con el Parque de Málaga lleno hasta la bandera los niños esperaban ansiosos a que comenzaran a pasar las 16 carrozas. Entre ellos estaban Daniel y Laura, dos pequeños de 7 y 10 años que esperaban con ilusión y ganas que por fin empezaran a caer caramelos del cielo. Eso sí, en su casa todo está preparado para esta noche: “le vamos a poner roscón a los Reyes y un vaso de leche a cada camello para que cuando nos traigan los regalos descansen un poco”, aseguraba la más mayor. 

Pasados unos minutos de las seis de la tarde, daba comienzo la Cabalgata encabezada por las patinadoras del Club Deportivo de Maristas disfrazadas de Avatar, seguidas de la Banda de Cornetas y Tambores Del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga. 

Melchor saludando a los malagueños desde su carroza.

Los caramelos comenzaron a volar desde las primeras carrozas, tirados por los más pequeños y desde abajo las familias intentaban recopilar el máximo número de caramelos. Padres, madres, abuelos y niños, todos agachados cogiendo caramelos, hay algunos que cogieron a sus hijos y los subieron a sus hombros para atraparlos más fácilmente. La fiesta está asegurada para quien presencie esta Cabalgata. Música actual sonaba sin parar, entre ellas la canción ‘El caballito de palo’ que hizo a todo el mundo bailar mientras esperaba que pasara la segunda carroza llamada ‘Los delfines’.

La Cabalgata avanzaba y con ella los personajes infantiles y los pasacalles llenaban de alegría y color al Cortejo. Al ritmo de ‘Despechá’ los niños bailaban con sus personajes de dibujos preferidos, mientras que la carroza del Unicaja presidida por Chicui hacía que todos los presentes se agachasen para coger caramelos. Eso sí, no podían faltar las princesas Disney: Blancanieves, Cenicienta, Rapunzel, Bella, Elsa, Anna y el Hada Madrina. Todas cantando, bailando y haciéndose fotos dando paso a la carroza del Club de Leones con un Olaf gigante en el centro que cantaban ‘Ya vienen los Reyes Magos’.

Tras 45 minutos de espera empezaba a salir el Cortejo Real que acompañaba a sus Majestades, el cual estaba encabezado por los 100 niños malagueños, seguidos de la carroza especial del Centenario de Cabalgatas de Málaga y por último con la música de fondo de  la Agrupación Musical ‘Centenario Cabalgata de Málaga’. Justo en ese momento ya se podía ver en la calle el Oro, el Incienso y la Mirra que acompañan a los tres Reyes Magos en una noche tan especial. El primero en adentrarse por las calles de Málaga ha sido el Oro. Entre aplausos, Melchor subía a su carroza, donde un elefante y todos sus niños lo esperaban para empezar a repartir caramelos, mantecados y regalos.

Gaspar lanzando caramelos a los malagueños desde su carroza.

Como es tradición el incienso le sigue al oro y le tocaba al rey Gaspar. Llamado a voz en grito por todos los niños que estaban en su carroza, su majestad subió a la misma encabezada por un caballo blanco. Y por último, llegó la mirra que se abría paso por Málaga para anunciar que Baltasar junto a los niños de su carroza y un camello, llegaba para dar alegría a los más pequeños de la casa. 

La Cabalgata de Reyes de Málaga siguió su recorrido por el centro de la ciudad. Entre aplausos y bailes, las familias se subían hasta en los bancos para no perderse ningún detalle. “Melchor lanza caramelos”; “Gaspar por aquí” o “Baltasar dame caramelos”, eran algunas de las frases más gritadas por los pequeños que ansiaban conseguir todos los caramelos posibles. Junto a ellos, sus padres controlaban que permanecieran a su lado y recogieran los caramelos que caen al suelo.

Los Reyes Magos, junto con Francisco de la Torre y Teresa Porras soplando las velas de la tarta del Centenario de Cabalgatas de Málaga.

Para finalizar, Melchor, Gaspar y Baltasar pasaron por la Catedral de Málaga, como ya es tradición, y realizaron una ofrenda ante un Nacimiento viviente representado por Eventos con Historia mientras sonaban las voces de la Escolanía del Orfeón Universitario de Málaga.

La ilusión, la alegría y las ganas de celebrar se han respirado en el ambiente durante todo el recorrido que ha transcurrido sin incidentes. La noche más esperada del año llegó y los más pequeños esperan que llegue la mañana del 6 de enero para abrir sus regalos.