La subasta del Palacio de la Tinta impulsada por la Junta de Andalucía parece tener el éxito asegurado. A la espera de que se cierre el plazo dado por la Administración regional para la recepción de ofertas, fijado para el 14 de noviembre, se da por segura una amplia puja, de la que formarán parte algunas de las grandes cadenas hoteleras nacionales e internacionales. Así lo apunta el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien asegura haber recibido en las últimas semanas y meses representantes de estas firmas, con una clara disposición a optar a la compra.

Un extremo confirmado por fuentes del mercado inmobiliario, que apuntan también que la actual sede administrativa de la Junta, situada en el Paseo de Reding, también concita el interés de otros inversores dispuestos a recuperar el edificio para viviendas de lujo. Una tercera fuente habla de que hasta 60 empresas han visitado las instalaciones para conocer su estado de conservación, cuestión clave para la resolución final de la enajenación. Incluso, apunta que una de ellas es una cadena interesada en desarrollar un "hotel de muy alto nivel".

El valor de partida es de 12.544.656 euros. Su techo edificable es de 7.651 metros cuadrados, siendo construido en el año 1908. Fue obra del arquitecto Julio O’Brien. Cabe recordar que cuando los anteriores responsables de la Consejería de Hacienda, hace algo más de un año, pusieron sobre la mesa la idea de poner en venta el inmueble, se conoció de la existencia de un inversor que llegaba a ofrecer unos 15 millones.

La protección arquitectónica grado I que pesa sobre el edificio permite, "como máximo", su rehabilitación

Respecto al futuro del Palacio de la Tinta, López no esconde el deseo de la ciudad porque pueda albergar un hotel de gran calidad, buscando con ello satisfacer una parte de la demanda de habitaciones de nivel elevado en la capital de la Costa del Sol.

La cuestión sobre los usos ha merecido algunas consultas por parte tanto de actores privados que analizan la posibilidad de concurrir a la subasta, como de la propia Junta. A respecto, Urbanismo incide en que el destino final debe en todo momento "garantizar el grado de protección arquitectónica" que pesa sobre el edificio y que es de grado I. Conforme a esta calificación, cualquier proyecto tendrá la posibilidad de, "como máximo", optar a la rehabilitación.

La protección arquitectónica grado I comprende los edificios que "por su valor arquitectónico, su implantación en la estructura urbana y las posibilidades de su puesta en buen uso, deben ser protegidos, controlando las actuaciones que sobre ellos se hagan e impidiendo su desaparición o sustitución".

Una de las cuestiones que ahora tiene que resolver la Junta es la de los empleados que trabajan en ese edificio, pertenecientes a la Delegación de Medio Ambiente. Aunque el estado del inmueble como ocupado no afecta a la operación de venta, es evidente la premura con la que tiene que actuar la Junta para buscar un espacio alternativo al que darles traslado. Un emplazamiento alternativo a la apuesta que maneja la Junta por reactivar la construcción de un nuevo edificio administrativo en la Avenida Ortega y Gasset.

La otra operación inmobiliaria también activada por la Junta es la del edificio de Correos, cuyo precio de salida es de 16,5 millones de euros. En este caso concreto, a diferencia de lo que ocurre con el Palacio de la Tinta, la opción de darle uso hotelero queda seriamente mermada. La calificación que pesa sobre la construcción, de equipamiento, obligaría al futuro comprador a tramitar una modificación de uso que alargaría los plazos y le obligaría a establecer compensaciones al Ayuntamiento.

Es por ello que, todo hace indicar, las propuestas finales apuesten por usos permitidos con la calificación actual, caso de una residencia de estudiantes o mayores, clínicas o centros universitarios. Localizado en la Avenida de Andalucía, data de 1980; consta de tres plantas en el cuerpo inferior y nueve plantas en la torre. La edificabilidad completa se acerca a los 17.000 metros cuadrados.