Desde que la playa de La Caleta fue creada en los años 90, no ha habido ningún año en el que los temporales de levante hayan puesto a prueba su fragilidad. Pero a partir de ahora estará preparada para resistir la embestida de las olas gracias a la obra de estabilización que ha llevado a cabo la Dirección General de Costas y que ayer inauguró la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa, después de casi dos años. Casi seis millones de euros ha costado la recuperación del dique exento de la actual playa de La Malagueta y su prolongación sumergida a ambos lados, así como la extensión del espigón que había en La Caleta. El objetivo: impedir el proceso de inestabilidad de la playa y mantener una línea de ribera estable en todo el tramo de litoral de 2,5 kilómetros de longitud que ocupa. La obra de estabilización se ha completado con aportación de 506.000 metros cúbicos de arena procedente fundamentalmente de las obras del Metro y parte de la desembocadura del río Guadalhorce. Según Espinosa, “la obra se ha prolongado más de lo que hubiéramos querido porque hemos querido hacer compatible el uso de la playa con la ejecución de los trabajos”. En total, han durado casi dos años.