Lluvia en Málaga

Campillos, zona cero

  • El Ejercito y el Infoca se afanaron en despejar las calles y comenzar a realizar limpieza de los espacios públicos

  • Los voluntarios trabajaron en los centros educativos y las viviendas

Bomberos forestales del Infoca realizando trabajos de limpieza del barro.

Bomberos forestales del Infoca realizando trabajos de limpieza del barro. / Javier Flores

Campillos amaneció ayer entre la bruma, dejando en sus calles una imagen bucólica al despertar, aunque el sol pronto comenzó a abrirse paso entre las nubes y dejó claro que acompañaría en las labores de limpieza, aunque también dejaba ver con claridad los daños ocasionados y la complicada labor que se enfrentan los servicios de emergencias y los afectados en los próximos días para lograr devolver la normalidad a la localidad.

“Necesitamos agua, sin agua no podemos hacer nada”, exclamaba una vecina de Campillos que se afanaba por tratar de limpiar su casa y los acerados. Un misión casi imposible ayer en la localidad debido a la avería en la red de abastecimiento del municipio, por lo que los bomberos tuvieron que recurrir al reparto de agua con un camión especial, aunque muchos acudieron a las tiendas de la localidad para hacer acopio de agua embotellada, ya que no se conocía el tiempo que podía tardar en restablecerse el servicio.

Mientras tanto, los tractores con cubas se convertían en el único modo de suministro de agua para limpieza, ya que recurrieron a los pozos cercanos a la localidad para ir repartiendo agua, aunque la gran cantidad de calles afectadas hacía que fuese complicado el poder abastecer a todos los vecinos que la reclamaba.

Tan solo aquellos que tenían un aljibe y sus motores disponían de agua tuvieron un poco más fácil las labores de limpieza del interior de las viviendas, aunque buena parte de los afectados se tuvieron que conformar con hacer una limpieza con escobas, cepillos y fregonas para sacar el lodo que se había introducido en sus viviendas.

Mientras tanto, en diversas calles los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) seguían sacando agua de los sótanos de las viviendas, de los que desalojaron los enseres y también tuvieron que rescatar vehículos que habían quedado cubiertos por el agua. “En la vivienda no nos afectó mucho, pero el salón que teníamos guardado en el sótano lo hemos perdido entero”, explicaba Lola, otra de las vecinas que recibía la ayuda de sus vecinos para tratar de retornar a la normalidad.

Eso sí, conforme pasaban las horas comprobaba que prácticamente nada de lo almacenado podría ser recuperado. Un poco más optimista era otro vecino, que indicaba a los militares que no sacaran un armario tumbado con la esperanza de poder recuperar alguna de la ropa que se encontraba en su interior.

La imagen se iba repitiendo por las calles con montones de muebles que se agolpaban en puertas

Poco a poco la imagen se iba repitiendo por las calles con montones de muebles que se agolpaban en puertas y espacios públicos a la espera de que los equipos de limpieza pudiese proceder a la retirada de los mismos. Muebles, electrodomésticos y elementos de vajillas que han quedado inutilizados y que han terminado en los contenedores de basura.

Una situación que generó mucha angustia entre los afectados, que ayer sacaron fuerzas para seguir reponiéndose del golpe. No obstante, los equipos de la UME también tuvieron que asistir a una vecina que no aguantó la presión del momento y tuvo que ser trasladada hasta el centro de salud, que ayer recobró el servicio de urgencias y hoy se espera que puedan volver las consultas con normalidad. Varias horas después, tras ser dada de alta todavía seguía manteniendo sus nervios por la situación vivida. “Todavía no me siento bien las piernas”, explicaba.

Un servicio sanitario que quedó colapsado por la riada, por lo que se concentraron en esta zona buena parte de los voluntarios que a primera hora de la mañana se habían ofrecido al Ayuntamiento para colaborar en las labores de limpieza. También fue necesario utilizar un tractor y un camión para retirar el lodo acumulado en la zona.

La actividad también era frenética en el instituto de enseñanza secundaria del municipio y en el colegio La Milagrosa que resultaron bastante afectados por la riada. Clases llenas de lodo, sillas en los patios, centenares de libros perdidos y profesores, padres y alumnos unidos para tratar de recobrar la normalidad y sacar el lodo del interior de las instalaciones.

“Así me gusta, te voy a subir la nota”, bromeaba una de las profesoras con una alumna que estaba colaborando en las labores de limpieza. Y es que ayer en Campillos todas las manos posibles eran pocas. De momento, aunque el barro iba desapareciendo del interior de los dos centros educativos, en sus paredes se podían apreciar las marcas del nivel que había alcanzado el agua, que también ocasionó daños en los materiales, como en la biblioteca del instituto Camilo José Cela, en cuya puerta de entrada se agolpaban varios centenares de libros.

El Infoca desplazó una brica, dos retenes y dos camiones comenzaron a limpiar las calles

Las calles siguen en buena parte llenas de barro, aunque a media mañana efectivos del Infoca, que desplazó una brica, dos retenes y dos camiones comenzaron a limpiar las calles junto al acceso al centro de salud. Manguera y cepillo en mano, los bomberos forestales apoyados por tractores y excavadoras empezaron una lucha contra el barro que se antoja que durará bastante, ya que el sistema de alcantarillado tampoco funciona en algunos puntos y eso dificulta la limpieza.

Los efectivos del Infoca desplazados hasta la zona se centraron durante buena parte de la jornada el retirar el lodo y barro que quedaba en la calle y la limpieza de las zonas públicas, aunque también colaboraron con aquellos vecinos que se lo solicitaron. De igual modo, también intervinieron en la limpieza del colegio afectado.

Mientras tanto, la UME también se afanó en sacar todo el agua que quedaba en las zonas inundadas más bajas y que había formado lagunas dentro del propio pueblo en diferentes solares, para lo que dispuso de camiones dotados son sistemas especiales de extracción de agua en grandes cantidades.

La zona más afectada también fue visitada por el líder del PP andaluz, Juanma Moreno, que tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la situación que se está viviendo y solicitaba que todas las administraciones se impliquen en ayudar a los vecinos afectados.

Moreno Bonilla también se desplazó hasta la pedanía de Bobadilla para conocer allí la situación dejada tras las intensas lluvias.

Y mientras las labores de limpieza por la tromba de agua iban avanzado, los vecinos también retomaron actividades diarias como realizar la compra, aunque pasar por las calles todavía embarradas con el carro de la compra todavía resultaba muy complicado. Ya por la tarde, en el Ayuntamiento de Campillos también tenía lugar un pleno para declarar tres días de luto oficial por la muerte de un bombero del Consorcio Provincial de Bomberos mientras estaba actuando en las inundaciones en esta localidad.

Además, también se aprobó la petición para solicitar la declaración de zona catastrófica, mientras las banderas ondeaban a media asta en señal de luto.

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