El Carlos Haya agrupa en el ala de una planta a los afectados por una bacteria

El Hospital Carlos Haya lleva al menos un mes luchando contra una bacteria que es una de las más frecuentes en las infecciones nosocomiales, la klebsiella. En la actualidad, el centro sanitario tiene 18 afectados por el germen. Cuatro están infectados y reciben tratamiento antibiótico para combatirlo. El dato supone que vuelve a haber pacientes con infección, ya que la semana pasada el hospital informó que no quedaba ninguno infectado. Otros 14 están colonizados, es decir que no han desarrollado la infección. Todos están bajo aislamiento de contacto para evitar que la bacteria se propague. Según el centro sanitario, los primeros casos se detectaron en la última semana del mes de abril en la Unidad de Cuidados Intensivos del pabellón general.

El viernes, el hospital desalojó de pacientes el área de Cirugía Plástica -que ocupa un ala de la planta primera del pabellón B- para concentrar allí a todos los pacientes afectados por la klebsiella. El Sindicato de Enfermería (Satse), aunque consideró "acertada" la medida, lamentó que fuera "tardía y sin contar con los profesionales". Según José María de la Rosa, delegado de Satse, los cambios se hicieron "sin aviso y sin planificación" sobre las 14:30, cuando salía un turno y entraba otro.

Por su parte, el director médico y gerente en funciones del Carlos Haya, Miguel Ángel Prieto, explicó que los afectados se han agrupado en una zona concreta del edificio "por una razón puramente operativa, para optimizar recursos" ya que todos los enfermos están bajo aislamiento de contacto para tratar que la bacteria no se propague.

Este tipo de barrera consiste en que tanto el personal como los familiares usen batas, guantes y extremen el lavado de manos y objetos para que la klebsiella no se contagie a más pacientes. Prieto dijo que el hospital ha tomado las medidas preventivas establecidas por protocolo y que no hay nuevos enfermos afectados. Según el máximo responsable del centro sanitario, los cambios se han hecho por criterios de "organización asistencial", ya que todos comparten la necesidad de estar bajo aislamiento de contacto, y recordó que "ningún hospital del mundo" está exento de infecciones nosocomiales. En su opinión, la queja de Satse "no es razonable".

Se estima que en torno al 7% de los pacientes ingresados en un hospital se infectan dentro del centro sanitario dos o tres días después de su hospitalización, en algunos casos por una bacteria multirresistente los ataca o a veces porque un germen que ya tenían aprovecha su fragilidad para infectarlos. En los hospitales coinciden dos factores que propician su proliferación: que los pacientes están graves y por tanto son más vulnerables y que las bacterias adquieren resistencia a antibióticos.

De los 18 afectados por la klebsiella, 16 están en la planta y dos, en la UCI. En este caso, debido a la gravedad de su patología de base, no de la infección por la bacteria, según precisó el centro sanitario. Los pacientes de Cirugía Plástica, por su parte, están repartidos entre otras plantas.

Tanto Satse como UGT criticaron que la dirección no haya informado del brote de la bacteria ni a la junta de personal, ni a los sindicatos, ni al comité de salud laboral, pese a que ya lleva casi un mes. En 2008, el complejo hospitalario ya tuvo otro brote de klebsiella. Fue en el Materno e infectó a cuatro niños.