'Clavelitos' lusos en la calle Larios
Una tuna portuguesa inunda con bandurrias, acordeones y violines las calles del centro histórico · Viajan por el mundo para extender esta tradición universitaria
Durante dos días los viandantes que han paseado por la calle Larios se han encontrado como banda sonora la tuna Académica de la Facultad de Economía de Oporto (TAFEP). Su pasión por este estilo de música y sus ganas de enseñarla al resto del mundo es lo que mueve a este grupo de estudiantes universitarios portugueses a viajar con sus guitarras, bandurrias portuguesas, acordeones, violines, bajos, cabaquiños y bombos a cuestas por países de toda Europa y Norteamérica. Su última parada ha sido Málaga, de la que, tras dos días amenizando la céntrica calle Larios, los tuneros de Oporto recogieron ayer sus bártulos para emprender un nuevo viaje. Esta vez al Algarve, en su país natural, donde llevarán un repertorio que aúna la música popular española y portuguesa como los famosos Clavelito o Guantanamera con temas compuestos por ellos mismos.
Este grupo, de más de 40 tuneros ya ha visitado países como Canadá, EEUU, Holanda, Francia, Italia, España o Suiza, en los que ha actuado por las calles, en festivales de tunas universitarias, en y en festejos populares. André Santiago, miembro de la tuna de la Facultad de Economía de Oporto, asegura que es en la calle donde se sienten mejor y se divierten más. " La gente nos recibe muy bien, nos adoran", matiza el portugués.
Mantener la tuna viva y financiar todos los gastos de la misma, desde el mantenimiento de los instrumentos, trajes y demás accesorios hasta costear los viajes, es el único afán de este grupo de estudiantes de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años. Una forma de ganarse la vida pero también una forma diferente de disfrutar el verano. Tiano Esteves, que toca la bandurria en la banda, entró a formar parte de la tuna por su afición a este estilo de música y porque quería que "el resto del mundo la conociera". Otro de sus compañeros y máximo responsable del grupo, Carlos Gómez, admite que es "el espíritu de la tuna" y sus ganas de conocer gente nueva lo que le introdujo hace tres años en la misma.
Fue en 1992, cuando nace la Tuna Académica de la Facultad de Economía de Oporto. "Nuestra facultad carecía de un grupo de tuna y aunque el movimiento ya existía y el resto de universidades contaban con su propia tuna fue un grupo de chicos los que empezaron a organizarla", relata André Santiago. Y es que, aunque en los tiempos que corren son los menos los universitarios que forman parte de una tuna, lo cierto es que se trata de un movimiento universitario de muchos siglos de arraigo y tradición.
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