La edición de su medio del pasado 23 de febrero de 2024, contiene un artículo titulado “Los intrusos en Medicina Estética…” Que en palabras de su entrevistado viene a poner en duda la habilitación de las enfermeras en la administración de cuidados generales y especializados, tachándolos de intrusos.

Desde este Colegio Oficial de Enfermería de Málaga, queremos aclarar algunos aspectos que sin duda la opinión pública debe conocer. La llamada Medicina Estética a día de hoy no es una especialidad médica, la realización de un experto/ master, título propio de una universidad en el campo de las ciencias de la salud, no habilita para el ejercicio profesional. Lo que habilita es el título de grado o la especialidad vía EIR o MIR, en cada caso.

Las enfermeras y los médicos, conforme al Espacio Europeo de Educación Superior vigente desde 2008, deben alcanzar el título de Grado en cada caso, para poder ejercer en su ámbito. En el caso de las enfermeras, la legislación actual les confiere competencias para dirigir, evaluar y prestar los cuidados de Enfermería orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, así como a la prevención de enfermedades y discapacidades.

Igualmente, y de forma autónoma, las enfermeras pueden indicar, usar y autorizar la dispensación, entre otros, de cualquier producto sanitario. La competencia para cuidar de la piel sana y mejorar el estado de salud de las personas, incluso con el uso o administración de productos sanitarios o medicamentos autorizados para su uso para las enfermeras, que estando en posesión del título de grado y la pertinente y obligada colegiación, no puede ser puesta nunca en duda y menos ser tachada de intrusismo. Las enfermeras en el ejercicio de sus funciones realizan actuaciones de enfermería y en ningún caso realizan medicina estética.

Recientemente la Comisión Europea ha venido a aprobar el Reglamento de Ejecución para los grupos de productos sin finalidad médica. Entre los que se encuentran, precisamente, los productos más usados en dermoestética, como el ácido hialurónico. Siendo los profesionales sanitarios quienes deben administrar y aplicar estos productos.

Cuestionar la habilitación y capacidad profesional para administrar medicamentos de la que disfrutan las enfermeras a lo largo de su historia profesional, es una más de las falacias que se vierten desde determinados sectores, seguramente por interés de negocio y mercado, que por otro motivo. Intentar poner en duda si las enfermeras pueden o no pueden inyectar en la piel no tiene ninguna justificación.

El avance constante de las ciencias de la salud y en ocasiones debido a la multidisciplinariedad de profesionales que intervienen en determinados procesos, como es el caso que nos ocupa, convergen en actuaciones que pueden compartir técnica y productos. Pero eso no implica que exista exclusividad, reserva de actividad y mucho menos monopolio.

La Ley que regula las profesiones sanitarias, prevé que ante situaciones que pudieran plantear dudas competenciales se diriman en el denominado Foro Profesional, bajo el amparo del Ministerio de Sanidad y la presencia de las organizaciones colegiales implicadas. Así se viene haciendo con determinados aspectos como las llamadas guías de prescripción enfermera, con éxito. Pero no hay dialogo en este ámbito, ya que la sociedad científica que capitanea estas infundadas acusaciones sobre las enfermeras prefiere la descalificación y el enfrentamiento a sentarse en el foro profesional con su correspondiente organización colegial.

Por supuesto cualquier técnica o producto debe aplicarse por la persona que pueda acreditar capacitación y lo haga en condiciones de seguridad. En el ámbito de los cuidados avanzados de la piel, la enfermera dermoestética es sin duda un referente acreditado para realizar con total seguridad y garantía de calidad estas actuaciones.