El ejercicio de rectificar, de desautorizar o de corregir empieza a convertir casi en un hábito para el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Tal práctica, sana donde las haya si se busca con ello ajustar la realidad de los hechos, llama la atención cuando los sujetos de los arreglos verbales son integrantes del equipo de gobierno del PP y, por ende, se supone, personas de su total confianza.

El último episodio protagonizado por el regidor se produjo ayer, cuando rebajó al máximo el mensaje que sólo un día antes lanzó el portavoz del Ejecutivo local, Mario Cortés, exigiendo celeridad a Unicaja a la hora de aclarar si apuesta o no por el proyecto cultural del Cubo. La instancia de Cortés se topó con la respuesta del regidor, como ya le ocurriera meses atrás y en ocasiones varias, al concejal de Cultura, Damián Caneda.

En el caso concreto del Cubo, De la Torre huyó de cualquier apremio a la entidad financiera, a pesar de que el Ayuntamiento se mantiene a la espera de una respuesta desde hace casi un año. Sin embargo, según las palabras del alcalde, la entidad presidida por Braulio Medel tiene calendario sin limitación para tomar una decisión sobre si quiere participar en financiar los costes de adecuación del edificio cultural que se levanta en el puerto de la ciudad.

"Quiero matizar. Unicaja necesita su tiempo, con todo el afecto a mi portavoz, que tiene mi cariño y mi afecto, Unicaja nunca tiene que sentirse presionada en el tiempo", manifestó De la Torre, quien justificó la demora en una respuesta en la ocupación que actualmente tiene el presidente de la caja y sus directivos "en algo tan importante como es el proceso de consolidación e integración de Ceiss en Unicaja Banco".

Preguntado por nuevos contactos con Medel para abordar este asunto, el alcalde aludió ha habido "suficientes" conversaciones "para saber que tenemos que hablar". "Hemos quedado en hablar dentro de unos pocos días; no hay que sentirse presionado, hay que tener la serenidad", añadió.

Esta alusión a una futura conversación se produce casi dos meses después de que el regidor y Medel se reuniesen en Madrid para, entre otras cuestiones, hablar sobre el Cubo y el Pompidou. De aquella cita, el regidor admitió semanas después que no disponía aún de una respuesta positiva de la entidad y que estaba pendiente de una futura conversación.

El episodio ahora vivido por el portavoz del equipo de gobierno viene a sumarse a movimientos similares con Caneda, especialmente. El primer episodio se produjo a finales de mayo de 2013, cuando el alcalde salió a corregir al concejal de Cultura y su apuesta por derribar la manzana de los antiguos Astoria y Victoria a la espera de concretar un proyecto. Sólo un día después de pronunciarse en este sentido, De la Torre zanjó de cuajo el debate, asegurando que no se contemplaba esa opción.