La Costa del Sol queda fuera del eje mediterráneo, que sí incluye Sevilla

La Unión Europea acepta financiar el trazado planteado por el Ministerio de Fomento, que obvia su paso por el litoral malagueño · Representantes políticos y empresariales, molestos con la decisión final.

Sebastián Sánchez / Málaga

20 de octubre 2011 - 06:45

La Costa del Sol, no; Sevilla, sí. El trazado final del Corredor Ferroviario del Mediterráneo impulsado por el Ministerio de Fomento y al que ayer dio luz verde la Unión Europea (UE), que financiará parte de los casi 20.000 millones de euros en los que se estima su coste, excluye definitivamente cualquier opción de que el tren recorra de punta a punta el litoral de la provincia de Málaga a corto y medio plazo. Por el contrario, la propuesta defendida por el Gobierno central apuesta decididamente porque este eje recorra Andalucía por la zona interior y no por la costa, dándose la paradoja de que incluye la conexión con la capital hispalense, que nada tiene de mediterránea.

La decisión, adoptada ayer en Bruselas, supone un varapalo importante para las aspiraciones de Málaga capital de convertirse en nodo de referencia, lo que no ha pasado desapercibido para una amplia representación de la sociedad política y empresarial de la ciudad. Tanto el alcalde, Francisco de la Torre, como el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, lamentaron la determinación y criticaron que no se haya tenido en cuenta la prolongación del ramal hacia la costa malagueña. Por el contrario, el secretario general del PSOE en Málaga, Miguel Ángel Heredia, valoró la propuesta y anunció que tratará de que se incluya el eje costero en el periodo de alegaciones.

El primero justificó la exclusión en "un error o un olvido" del Gobierno español y de la Junta, al tiempo que agregó: "Han escogido la Andalucía del Guadalquivir para conectarla con el Mediterráneo", dijo. Por su parte, González de Lara se mostró satisfecho por la parte que toca a Antequera, pero lamentó que el trazado deje fuera a la capital de la Costa del Sol. "Málaga merece otro tratamiento", añadió.

Y no es para menos si se tiene en cuenta que, de facto, el acuerdo alcanzado (que puede ser modificado en el periodo de alegaciones que se abre ahora) deja fuera de juego a Málaga capital y su entorno metropolitano en el nuevo mapa de inversiones de carácter ferroviario, cuyo desarrollo (con un total de cinco corredores por todo el país y una inversión estimada en casi 50.000 millones) sí contará con fondos comunitarios.

El trazado avalado por la Unión Europea se extiende desde Cataluña hasta Almería, localidad desde la que continuará su recorrido hacia Granada, Antequera, Sevilla y Algeciras utilizando el eje ferroviario transversal, que compete a la Junta, y que, igualmente, recibirá una importante inyección económica. Según los datos aportados ayer por la Administración central, el recorrido desde la capital almeriense hasta Algeciras supondrá una aportación de 4.385 millones (cuantía semejante a la que costaría el tren litoral entre Málaga y Estepona). Desde Fomento apuntaron, eso sí, que Málaga estará conectada con el eje mediterráneo y con el eje central a través del recorrido de alta velocidad que parte desde Antequera.

Una de las particularidades del proyecto es que trata de potenciar la conexión de algunos de los principales puertos nacionales y centros de producción mediante el ferrocarril. En este sentido, el departamento encabezado por José Blanco destaca que tendrán acceso a la nueva infraestructura los puertos de Barcelona, Tarragona, Castellón, Sagunto, Valencia, Alicante, Cartagena, Carboneras, Almería, Motril, Málaga (a través de la línea a Antequera), Algeciras, Sevilla, Cádiz y Huelva. Asimismo, se subraya el desarrollo del corredor fluvial por el Guadalquivir hasta el puerto de Sevilla.

Pero mientras para Málaga es una mala noticia quedar excluida del planeamiento, no lo es tanto para Antequera, que pasará a tener un protagonismo especial en lo que a la red de mercancías se trata. En este sentido, será uno de los centros de producción que se beneficiarán del trazado, junto a otros como Seat-Martorell o Ford-Almussafes.

El calendario que maneja la Administración central apunta a que el corredor mediterráneo estará operativo en 2020, diez años antes del límite temporal fijado por la Unión Europea. Pero para que ello sea posible, se habrán de desarrollar importantes actuaciones. De los 19.424 millones en los que se valora la totalidad del recorrido, de 1.300 kilómetros, 5.930 millones se destinan a las actuaciones necesarias en el tramo Barcelona-Tarragona-Castellón-Valencia; otros 1.846 millones al eje Valencia-Alicante-Murcia-Cartagena-Almería; 4.385 millones a la parte que desde Almería continúa hasta Granada, Antequera, Sevilla/Algeciras; 3.756 millones para la instalación de un tercer carril entre Barcelona y Cartagena y entre Granada y Sevilla. A ello hay que sumar 2.474 millones para accesos a grandes centros de producción; 513 millones para los accesos ferroviarios a los puertos, y otros 520 para accesos viarios a estos mismos puntos.

Pero el del Mediterráneo no es el único trazado ferroviario al que la Unión Europea da luz verde. Hay que añadirle otros cuatro propuestos por el Gobierno (el Central, el Atlántico, el Cantábrico-Mediterráneo y el Atlántico-Mediterráneo) y que elevan el coste de las actuaciones a unos 50.000 millones entre 2014-2020. La previsión es que se realice un aporte anual de unos 7.000 millones dentro de los Presupuestos Generales del Estado, a los que añadir entre un 10% y un 20 % de los 31.700 millones que aportan a nivel de toda Europa los Fondos Europeos.

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