Ana Salinas de Frías. Experta del Comité Antiterrorista del Consejo de Europa

"La Costa está en una ruta del tráfico de armas y drogas que financia el yihadismo"

  • La catedrática de la Universidad de Málaga subraya la alianza entre el crimen organizado y el terrorismo internacional que nutre y financia organizaciones como el Estado Islámico.

ANA Salinas (Málaga, 1968) fue asesora jurídica de la unidad contraterrorista del Consejo de Europa entre 2009 y 2011, labor que simultaneó con la asistencia técnica al Codexter o comité antiterrorista que agrupa a 47 gobiernos europeos. Desde entonces sigue vinculada a esta institución como experta. Su misión es evitar que el miedo y la histeria colectiva arrollen el derecho internacional y los derechos humanos con la excusa de la seguridad. La guerra de Gaza le sorprendió en julio en Israel intentado convencer a los correosos responsables de Interior, Defensa y Asuntos Exteriores del Gobierno de Netanyahu de las bondades del convenio sobre prevención del terrorismo. "Tuvimos que acudir a los refugios y todas esas cosas... Fue duro", dice. Catedrática de Derecho Internacional Público de la Universidad de Málaga también trabaja para que Jordania suscriba el convenio de prevención del terrorismo y presta asesoramiento en el proceso de solución pacífica del conflicto araboisraelí que el Gobierno jordano promueve en la ONU.

-¿Retrocede la libertad en beneficio de la seguridad después de cada atentado?

-El 11 de septiembre provocó una gran división entre la deriva de Estados Unidos y en buena medida del Reino Unido y la deriva de la Unión Europea. Estados Unidos optó por la vía militar y en nombre de la seguridad nacional derogó muchas libertades, pero en Europa la estrategia fue la contraria. Adoptó la Decisión Marco de Terrorismo y la orden europea de detención y entrega. Es decir, optó por la lucha judicial, por atacar al terrorismo con armas legales y no con el ejército, la policía o los servicios de inteligencia que son absolutamente opacos. Esa deriva fue muy buena. El Consejo de Europa, por ejemplo, condenó muchas cosas y fue a degüello contra Estados Unidos en temas como Guantánamo o las comisiones militares.

-La primera reunión después de los atentados de París ha sido de los ministros de Interior. ¿Hay que preocuparse si no están también los de Justicia?

-El terrorismo en la Unión Europea se lleva en el pilar de asuntos de justicia/interior y como las medidas de control son de personas y mercancías concretas hablamos del espacio de libertad, seguridad y justicia que es competencia de los ministros de Interior. No me preocupa que se hayan reunido solo los ministros de Interior, me preocupa que la histeria del momento nos arrastre hacia la deriva americana, que la presencia del fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, en la manifestación de París suponga que la cumbre de febrero sobre lucha contra el terrorismo sea una forma de convencer a los estados europeos para adoptar la vía americana.

-¿Existe ese riesgo?

-Claro, aunque espero que mantengamos la cabeza fría. Hasta ahora me ha gustado mucho el discurso de Hollande [presidente de Francia], pero no lo que ha dicho Valls [primer ministro francés] reproduciendo literalmente las palabras de Bush después de los atentados del 11-S, al decir que "estamos en guerra contra el terrorismo y contra los terroristas". Esa fue la excusa de Bush para que los sospechosos que capturaban de aquella manera, muchos de ellos vendidos por sus compatriotas por 5.000 dólares, no tuvieran derechos ni siquiera como prisioneros de guerra. Ese fue el mantra que repitió, que creó esa histeria colectiva y la violación permanente de todo lo básico en derecho internacional. De todas formas, en la Unión Europea siempre existe el doble discurso: el dirigido a los estados y el dirigido al electorado.

-Hay ambiente preelectoral y la extrema derecha está creciendo.

-Desgraciadamente los políticos europeos son capaces de vender cualquier cosa para encantar a su electorado. La reacción solidaria a la situación de Francia ha durado las horas que ha durado porque ya en la manifestación había luchas encubiertas por un momento de gloria, como el pulso entre Hollande y Netanyahu porque estaba Mahmoud Abbas en la manifestación. Netanyahu quería estar a pesar de que Hollande dijo que no podía garantizar su seguridad, pero se empeñó en venir y en ir al supermercado. Tiene elecciones en dos meses y está haciendo claramente campaña llevándose a Israel a los muertos en el supermercado para enterrarlos con honores de estado.

-El ministro de Interior de España, Jorge Fernández, plantea repensar Schengen y reponer los controles fronterizos. ¿Es necesario volver a ese escenario?

-No se quiere decir porque sería renegociar el tratado otra vez, pero hay un problema serio en la Unión Europea. Desde el momento en que no hay fronteras interiores o se blinda muy bien el control exterior o tendremos terroristas circulando por el interior con todo tipo de facilidades.

-Pero ya no son extranjeros, sino ciudadanos europeos. Los autores de los atentados de Francia eran franceses, nacidos allí, criados su cultura, en sus escuelas...

-Es más, hubo un caso en 2013 en Italia con un adolescente italiano, de padres italianos y familia católica que empezó a los 16 años a entrar en internet, que en sus primeros devaneos hablaba de su admiración por Mussolini... Un chaval con problemas de identidad y probablemente de autoestima que de ahí pasó a páginas de movimientos radicales, fue profundizando y entrando en sitios de más difícil acceso hasta que con 19 años fue a Siria y inmoló allí. Y ya ha habido dos casos en Milán.

-¿Entonces?

-No es una cuestión de control de fronteras ni de inmigración, sino de europeos matando a europeos, de europeos que se van a Siria o a los territorios ocupados por la organización terrorista Estado Islámico, para combatir y volver. Van allí para terminar de radicalizarse, entrenarse y asumir el compromiso sagrado de volver para combatir a los infieles. A nadie le gustaría tener que abolir o suspender los tratados Schengen pero a lo mejor sí habría que pensar en algún tipo de medida circunstancial o temporal que permita cierto control de esos movimientos que se están produciendo. Aquí tengo datos [muestra el informe de un observatorio] de 5.000 combatientes extranjeros en Siria y en el territorio que controla la organización Estado Islámico, procedentes de 70 países. Hay 1.000 británicos, de Bélgica y Alemania 320, de Holanda 150, y de España, según Dolores Delgado que es la fiscal de cooperación internacional, son 63.

-¿Por qué se radicalizan jóvenes que nunca han vivido en un país árabe ni musulmán?

-El mundo es global. Hollande ha dicho que hay ya demasiados conflictos sin resolver desde hace demasiado tiempo. Eso genera desigualdad, frustración, desarraigo, desubicación, aislamiento y ¿qué hacen esos movimientos? Utilizar esa frustración a su favor.

-¿Efecto de la crisis económica?

-No siempre. Se ha mantenido que uno de los problemas graves para combatir el terrorismo es que nunca se ha ido a sus causas profundas y es verdad que esas ideologías han arraigado en capas sociales muy bajas y muy desfavorecidas. Comprendo que haya tendencia a la radicalización entre la población palestina, porque sus condiciones de existencia están al límite...

-Sí, pero ¿por qué en el cinturón industrial de París o de cualquier otra ciudad europea?

-Esa es la historia. Antes decíamos que las causas del terrorismo eran la pobreza, la falta de integración, la falta de medios… Pero eso no es lo que pasa hoy. Una de las grandes causas es el desarraigo de la persona y la falta de identidad. Si uno está en conflicto con el mundo por mil razones, porque no tiene trabajo, porque no encuentra que esa sea su cultura, porque la sociedad empuja a vivir muy rápido y no puede seguir ese ritmo... Todo eso al final genera frustración, y uno, que pasas muchas horas con el ordenador, encuentra una serie de sitios fantásticos donde te dan en bandeja un culpable y la forma de vengarte.

-Hasta hace poco el adoctrinamiento y la captación se hacía en mezquitas...

-Hace ya mucho que son internet y las prisiones.

-¿Ha fallado la prevención?

-Es consecuencia de reprimir y no resolver conflictos enquistados, de no asumir que hay más religiones en el mundo que se tienen que conocer y comprender. Hablamos de yihadistas, musulmanes o islamistas como si fuesen lo mismo y no lo son. No queremos asumir que las sociedades son globales y que hay otras religiones, que no son más que otra filosofía y otro sistema de vida. Esto hace que haya personas desubicadas, desarraigadas y frustradas que buscan una salida, mientras que estos sitios en internet están absolutamente liberalizados, son asequibles, fáciles y tienen a gente muy especializada en las redes sociales.

-O sea que el problema no son las fronteras, sino las redes.

-Por supuesto también son las redes sociales, eso se sabe. Y una de las propuestas legislativas que hay es tipificar la autorradicalización terrorista.

-Porque se persigue penalmente el adoctrinamiento de otros, pero no el autoadoctrinamiento.

-De alguna forma hay que tipificar en los códigos penales la conducta de una persona que de forma progresiva entra en una vía que acaba en su inmolación, colaborando con una banda terrorista o con un ataque terrorista.

-Pero...

-Enseguida saltan las alarmas cuando se habla de sancionar conductas en la Red. Pero para llegar hasta esas conductas hay que insistir mucho, entrar en sitios cada vez más protegidos, encriptados y de acceso complicado que requieren insistencia, colaboración y tiempo. El chaval de Italia se comprobó que pasaba 18 horas delante de su ordenador antes de ir a Siria. Tenemos elementos para empezar a describir una nueva conducta dentro del panorama de los actos terroristas.

-¿Algún otro agujero en los ordenamientos para perseguir el terrorismo internacional?

-Se barajan las detenciones exprés para personas que están a punto de irse a un territorio en conflicto y por su perfil, entorno social y antecedentes se tiene bastante certeza de que van para participar y volver.

-La cooperación judicial y policial está engrasada, ¿la inteligencia también?

-En la Unión Europea hay obligación de cooperar, pero el problema son los servicios de inteligencia. He tenido oportunidad de ver cómo los estados recelan y no comparten totalmente su información. Cuando se produce un ataque sí, pero antes no siempre o no se proporciona la información que se necesita. No dicen cuáles son los verdaderos problemas de su país o los medios que usan. Estados Unidos decidió ir a por Bin Laden, lo mató sin juicio previo y se acabó. No dijo nada.

-¿Cómo son los terroristas de ahora?

-Hoy día lo que tenemos son mercenarios, radicales sin escrúpulos que intentan mantener un statu quo o llevar a la población de forma masiva a un statu quo como pasa en Nigeria con Boko Haram.

-¿También con nuevas fórmulas de financiación?

-Los medios tradicionales del terrorismo eran el secuestro y la extorsión, pero ahora están asociados a la criminalidad organizada. Se financian con el tráfico de drogas, de armas, de personas, como sucede con Boko Haram que secuestra niñas para entregarlas como botín de guerra, esclavas sexuales o para obligarlas a casarse con los rebeldes y estamos hablando de niñas de cinco a ocho años… Los talibanes se financiaron con el cultivo de opiáceos, hay conexiones de grupos terroristas de los Balcanes y Rusia con redes de narcotraficantes colombianos o mexicanos.

-¿Está constatado?

-Sí. En Europa hay cuatro grandes redes perfectamente establecidas entre grupos terroristas y de crimen organizado: la ruta del norte parte de Turquía pasa por Bulgaria y Hungría para luego terminar dividida una parte en Eslovaquia y otra en Austria. La ruta central, desde Turquía también pasando por Bulgaria, la antigua república yugoslava de Macedonia y Montenegro para, vía Eslovenia, llegar a Austria e Italia. La ruta del sur va desde Turquía hasta Italia pasando por Grecia y Albania. Hay otra ruta que va de África a través de España hasta el Reino Unido.

-¿Qué se mueve en esta ruta que nos afecta entre África y el Reino Unido?

-Tráfico de drogas en sentido ascendente y tráfico de armas en sentido descendente, además de blanqueo de dinero.

-¿Esta ruta financia a al Qaeda del Magreb?

-Por supuesto, claro. Y afecta fundamentalmente a España, Francia y el Reino Unido. [La catedrática muestra un mapa atravesado por líneas] La heroína viene vía Afganistán, ésta es la ruta de oriente medio que pasa por Grecia, ésta la que llega a Italia desde el norte de África, desde Túnez, vía Malta, y ésta otra, la de la cocaína que va a los Balcanes desde América Latina.

-No solo España, también la Costa del Sol está en un cruce de caminos muy significativo.

-Sí, además, somos frontera sur de la Unión Europea, tenemos el mundo árabe muy cerca, somos objetivo del califato...

-¿Estamos preparados para afrontar este riesgo?

-Sí. Pienso que hay mucha preparación.

-¿Mejor que otros países por nuestra trayectoria en la lucha antiterrorista?

-Mucha más y prestamos mucha cooperación a muchos países.

-¿En qué sentido mejor preparados?

-Por ejemplo la Guardia Civil tiene una unidad especializada en temas informáticos muy importante. Tiene un personal muy cualificado que colabora mucho con otras policías y fuerzas de seguridad de la Unión Europea, y los jueces exactamente igual, tanto en Europa como en América Latina para temas de crimen organizado y terrorismo.

-¿Cuánto de lo que ahora pasa se le debe a Iraq?

-Mucho porque lo hicimos muy mal y le hemos ofrecido un banco de datos e imágenes fantástico para manipular en esos nuevos sitios web de captación yautoradicalización. Se ha convertido en una moda. Se utiliza internet para radicalizar, con esas imágenes con ese banco de datos se apela a lo visceral, se despierta todo lo animal del individuo y después se le lleva a Siria, a la región donde combate la organización terrorista Estado Islámico. Desde el momento en que un individuo coge las armas, tortura y decapita está ganado. Y si no muere o se autoinmola allí, solo le dejan volver con el compromiso de que combata y atente en su país de origen o ayude a otros a hacerlo.

-Es un procedimiento perfectamente definido.

-Y lo más peligroso es la vuelta, de ahí la necesidad de controlar que al menos no salgan.

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