A la tercera iba la vencida. Todo estaba preparado, tras dos cancelaciones, para que los residentes de la Casa del Sagrado Corazón de Jesús (el Cottolengo de Málaga) disfrutasen por fin de dos días de verbena. Sin embargo, hay quien decidió montarse la fiesta por su parte aguándosela a los demás. Este domingo por la mañana, este centro de acogida de mayores y personas sin recursos, después de albergar un sábado de celebración, veía frustrados sus planes de continuidad por un robo. Una o varias personas accedieron al recinto por la noche sustrayendo un equipo de sonido de alquiler valorado en unos 4.000 euros. Pero no sólo eso: además ha desaparecido parte de la comida y bebida que habían llevado entre todos los organizadores: refrescos, carne y algunas botellas de whisky. Otros 800 euros, aproximadamente. 

La verbena, organizada por el grupo parroquial Lágrimas del Carmen, perteneciente a la Parroquia del Santo Ángel de la Guarda, tenía un doble propósito. "Aparte de para tener un detalle con los residentes, a los que traemos productos como pañales o leche, es un método de ingreso que tenemos para poder pagar las flores, la banda y la procesión de la Virgen María Santísima Lágrimas del Carmen. Nos han fastidiado", explica la secretaria general del grupo, Macarena Moreno. 

De hecho, según comenta, la salida de la imagen a la que rinden culto podría quedar incluso en suspenso por falta de fondos. "Estamos pensando si suministrar un número de cuenta por si alguien quiere donarnos", puesto que ahora además de hacer frente a esos gastos, previsiblemente, tendrán que sufragar el coste del equipo de música, a lo que se suma el costo de la comida que se llevaron. "La empresa nos ha dicho que estemos pendientes a las aplicaciones de ventas, toca trabajar codo con codo con ellos, porque es habitual que tras robos de este tipo aparezca alguien queriendo dar salida a los materiales por Wallapop o sitios así". El lote desaparecido incluye una mesa de mezclas "de una marca cara", dos altavoces y micrófonos. Al menos, indica, no ha habido más desperfectos que "unos cuantos cables arrancados". 

Desconocen cómo ha podido suceder, ya que el centro se encuentra cercado, aunque Moreno apunta que los productos se quedaron en el patio del recinto y que no se trasladaron al interior después de la primera jornada festiva, por lo que la principal hipótesis que se les viene a la mente es que alguien pudo saltar la tapia. "No sabemos si ha sido gente que estuvo aquí ayer, si nos han estado vigilando, si es que han escuchado la música, si es que son de por aquí cerca...", señala.

Por el momento, no han tenido más remedio que cancelar la verbena. Por tercera vez... "Intentamos hacerla para la cruz de mayo, pero tuvimos que suspenderla por previsión de lluvia; luego se intentó a principios de julio, aunque acabó cancelándose porque algunos residentes tenían Covid; como última opción teníamos octubre, este fin de semana, en el que se ha hecho. Y nos ha pasado esto..."