Cowboys en el desierto
El parque temático Oasys, en el desierto de Tabernas, permite visitar el lejano oeste sin salir de Andalucía
Andar por los yermos campos de Arizona, asaltar los ranchos de Nuevo México y observar la naturaleza tribal de los campamentos indios del río Grande son algunas de las posibilidades que tiene el visitante en el parque temático almeriense Oasys. De este modo, el asistente puede sentirse transportado a la América decimonónica, en medio de un panorama de estampidas, riñas por ganado, intensas noches de saloon y vaqueros armados con winchester y revólver six shooter, en condados donde la autoridad del sheriff era a menudo imperceptible o se veía amenazada por partidas de forajidos y buscavidas por cuyas cabezas se ofrecían suculentas recompensas en los carteles de búsqueda y captura.
Aunque estos paisajes se encuentran en otros puntos del mundo, este espacio temático ofrece la posibilidad de conocerlos sin cruzar el charco. En el desierto de Tabernas está este parque temático, Mini Hollywood, como también es conocido, que ha servido de escenario para una multitud de películas basadas en el lejano oeste por su lograda similitud con las antiguas aldeas de Texas o Santa Fe. En 1964, el aclamado director Sergio Leone organizó un escenario que recreaba un poblado western para grabar la mítica Trilogía del Dólar, para lo que eligió el único desierto de Europa montando allí un decorado que, al terminar las producciones, quedó en desuso. Ante esta situación, un grupo de empresarios decidió en la década de los ochenta darle a este poblado una utilidad turística.
En 2014 se cumplirán 50 años del estreno de la primera película de la trilogía de Leone, por lo que se espera que Almería se vuelque con este aniversario, para lo que el parque ya está preparando novedosas sorpresas. Son muchas las actividades que allí se desarrollan. El saloon The Yellow Rose, no cuenta en esta ocasión con tagarotes que juegan su quiebra al azar, sino que está ambientado con la mejor música country las actuaciones de chicas Can-Can, que bailan ante un animado público advertido por un maestro de ceremonias para formar parte del espectáculo con palmas, silbidos y cánticos que contribuyen a su contextualización.
Un grupo de especialistas, caracterizados como los personajes propios de la época, representa un espectáculo en el que se exhibe el conflicto clásico entre justicia y libertad, donde se ponen de manifiesto los valores imperantes en el oeste.
También hay una piscina y un jacuzzi con toboganes para refrescarse en los días más calurosos. Cuenta, además, con un servicio de toallas que, por el módico precio de 50 céntimos, ahorra al visitante tener que traerlas de casa. El museo de cine ofrece un viaje a través del tiempo y la evolución de los modelos de producción audiovisual y cinematográfica. En el museo de carros se conservan en perfecto estado las diligencias y carruajes que usaron leyendas del cine como Gary Cooper o Clint Eastwood durante el rodaje de sus producciones.
No obstante, el principal atractivo del parque temático es la amplísima reserva natural y zoológica. Según cuenta el gerente del parque, José María Rodríguez, "la gente no piensa que el zoo tenga tal envergadura, pero cuando lo descubren se van encantados". "Tenemos el orgullo de tener el único zoológico de la provincia", añade. La función del zoo se sustenta en tres pilares fundamentales. Por un lado, instruir y educar a los visitantes en cuestiones biológicas; por otra parte, conservar estas especies en un hábitat similar al suyo; por último, contribuir a la investigación de estos géneros.
El zoológico alberga más de 700 especies de animales. Se implantó cuando la empresa decide modernizarse. "Nuestro objetivo es hacer un parque dinámico, con novedades anuales para que los visitantes reincidentes tengan motivos para volver a visitarnos", asegura Rodríguez. De hecho, la novedad de este año es la recreación del ecosistema propio de los alrededores del río africano Okavango, situado en Namibia.
En el parque se organizan exposiciones eventuales. En esta ocasión se puede dar un rodeo por los desiertos del mundo, como el Mojave o el Kalahari, en una muestra de la fauna y la geografía típicas, acompañada de diversos paneles informativos. También hay planeada una exposición de fotografías de temática western que próximamente complementará el gran listado de posibilidades que ofrece el parque.Los indómitos territorios del oeste en los que la muerte tiene un precio se tornan pacíficos y saludables, divertidos y gratificantes, en este espacio temático donde jóvenes y mayores tienen asegurada una experiencia inolvidable. Volver a visitarlo es tanto una obligación como una necesidad, ya que usted puede pasear entre sus cantinas y habitantes de este peculiar pueblo, pero es seguro que querrá regresar para subirse al tren con las botas puestas.
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