La contrariedad que la última exigencia realizada por la Junta de Andalucía al Ayuntamiento de Málaga para avalar el proyecto de urbanización del parque en los terrenos del antiguo Campamento Benítez es evidente. El alcalde, Francisco de la Torre, ha cuestionado este viernes la decisión de la Consejería de Agricultura de demandar la presentación una evaluación ambiental ordinaria de la citada actuación, que podría requerir de entre seis y doce meses, y ha confiando en que haya un cambio de criterio.

"Hay que buscar una salida en la línea que hasta ahora la Junta anterior no había hecho, que es aplicar las normas en sentido común de manera que no frene los proyectos", ha expuesto el regidor al ser cuestionado por el nuevo contratiempo en el que, en los últimos años, ha sido uno de los proyectos estrella. El pronunciamiento autonómico, formalizado con los nuevos responsables de la consejería, se produce más de un año después de que la Gerencia de Urbanismo remitiese el proyecto para que fuese informado.

A esto se suma, como ha admitido el mandatario local, la existencia de "informes contradictorios" entre los diferentes departamentos autonómicos, sobre los que pesa, en buena medida, que la intervención final sobre la parcela pueda tener luz verde. El alcalde en funciones ha admitido que ayer mantuvo una conversación con la delegada del Gobierno andaluz, Patricia Navarro. "Me dijo que iba a tomar interés en ver esta cuestión y que me llamaría", ha indicado.

De acuerdo con la información manejada por este periódico, de un lado, la Dirección General de Aguas exigió en la anterior etapa del Gobierno del PSOE como condición indispensable para aprobar el plan especial mediante el que se ordena el uso del Benítez el desdoblamiento y encauzamiento del arroyo El Cañuelo, que atraviesa parcialmente el terreno, y de otro, la parte correspondiente a Medio Ambiente vienen a considerar que el citado desdoblamiento "puede ser dañino para la fauna del mismo".

Las fuentes de la Junta consultadas por Málaga Hoy relacionaron la necesidad del trámite ambiental mencionado en que es obligado legalmente, al tratarse de una zona verde de más de 10 hectáreas de superficie. El parque planteado, que ya está abierto pero en precario, dispone de 25 hectáreas. El proyecto de urbanización contempla una inversión de unos 4,7 millones de euros, a los que se sumarían otros 6 millones para la obra sobre el arroyo.

Para De la Torre, este caso pone en evidencia la dificultad de corregir "las inercias que la Junta tenía con el gobierno anterior; es algo que no se cambia en dos días o en dos meses; nos ofrecemos a la Junta actual para ayudar a cambiar eso y en vez de que sea un tema de muchos meses que sea de pocos meses".

La intervención diseñada por el Ayuntamiento incluye la construcción de un circuito de cross; de cuatro grandes plazas de estancia (con pérgolas para garantizar la sombra); pistas deportivas multiusos, así como una pista de voley playa y zona de fitness. También se dibujan dos grandes zonas de juegos infantiles, de 2.000 y 1.000 metros cuadrados, respectivamente. Asimismo, un espacio de aparcamiento con capacidad para unos 325 vehículos y para potenciar el concepto verde del parque, se plantarán 770 nuevos árboles, un millar de unidades de especies arbustivas y 6.500 de especies aromáticas.