Sabedor de la necesidad que tiene de contar con el aval del Gobierno central para muchos de sus grandes apuestas del mandato, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, abre un nuevo marco de relaciones con el principal grupo de la oposición municipal, el PSOE. Una primera aproximación a este pretendido consenso en torno a los principales proyectos de la capital tuvo lugar ayer en un cara a cara entre el regidor y el portavoz socialista, Daniel Pérez.

La reunión, que fue solicitada por De la Torre la pasada semana, se alargó del orden de una hora, según confirmaron fuentes del equipo de gobierno. Las mismas detallaron que durante la conversación, el mandatario local abordó con Pérez una serie de actuaciones en las que espera "alcanzar amplios consensos", no sólo con la organización socialista, sino también con Adelante.

Asimismo, añadieron las fuentes consultadas, De la Torre aprovechó para solicitarle al portavoz socialista "que colabore para que aquellos proyectos en los que el Gobierno de España tiene que tomar una postura favorable sean una realidad lo antes posibles". Grosso modo lo transmitido por el Ejecutivo coincide con la visión que de la reunión tuvo Pérez, quien mostrado su satisfacción por el tenor del encuentro.

"Hemos compartido que son temas de ciudad y en eso debemos tener una visión conjunta; todos los temas que son buenos para la ciudad los hemos apoyado lealmente", expresó Pérez a este periódico, valorando el haber podido dialogar "sin presión, fuera del foco de los posibles intereses particulares". Cabe recordar que este acercamiento ya se puso de manifiesto meses atrás con la votación de los presupuestos municipales, en la que los socialistas se abstuvieron tras acordar ciertos aspectos de las cuentas con el equipo de gobierno.

Entre los temas tratados estuvieron la gestión de fondos europeos, en el marco de los conocidos como Next Generation, a los que el Consistorio ha presentado un listado de proyectos valorados en algo más de 1.900 millones de euros; el refuerzo de la financiación local necesario para la reactivación económica, la integración del cauce del río Guadalmedina y la transformación del eje litoral, valorado inicialmente en unos 365 millones.

Asuntos en los que en los últimos meses se han evidenciado diferencias claras entre ambos dirigentes. A modo de ejemplo, Pérez ha llegado a tachar de "faraónicas" las pretensiones expuestas por el regidor en la reordenación de la movilidad, que vienen siendo objeto de numerosos estudios desde el arranque del mandato. Tampoco se ha mostrado muy a favor de las ideas de De la Torre en lo que a la intervención sobre el río se refiere.

A estas operaciones de envergadura sumaron la Exposición Internacional que Málaga aspira a organizar en el año 2027. Una iniciativa en la que viene trabajando desde hace años De la Torre sin que por el momento haya logrado un apoyo explícito por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Y ello a pesar de que son numerosas las comunicaciones realizadas por el alcalde con responsables de la Administración central.

En este proyecto, el equipo de trabajo de Málaga admite dudas sobre la posibilidad de que la irrupción de Barcelona para optar a la Expo Universal de 2030 pueda suponer un escollo en los planes de la capital de la Costa del Sol. De hecho, se da por seguro que si la Ciudad Condal diese ese paso, la posición del Gobierno central sería la de respaldar sus opciones, dejando a un lado a Málaga.