El mismo día en el que previsiblemente Málaga capital se adentre en la fase 1 de la desescalada diseñada por el Gobierno central en plena crisis por el coronavirus, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, volverá a estar al frente del Ayuntamiento de la ciudad. Transcurrido ya algo más de un mes desde que fuera sometido a una operación de urgencia tras haber sufrido una lesión cerebral, el veterano mandatario ultima su regreso.

A pesar de que, según atestiguan algunos de sus asesores más directos, el regidor ha cumplido de manera estricta las recomendaciones del equipo médico encargado de su caso, guardando reposo y evitando actividad laboral, De la Torre ha mantenido contacto para estar al tanto de la evolución de la crisis y la respuesta que se da a la misma desde la Casona del Parque. De hecho, fuentes municipales indicaron que de cara a su cercana reincorporación ya ha solicitado varios informes sobre las iniciativas desarrolladas.

Su vuelta se produce en un escenario particularmente convulso. No sólo por la incidencia que el COVID-19 tiene sobre la vida de la ciudad, y de manera especialmente grave sobre el tejido empresarial de la capital de la Costa del Sol, sino también por el nuevo escenario político que se encuentra.

La frágil mayoría absoluta de la que se viene valiendo para estar al frente del Consistorio desde el arranque del mandato, con un pacto de gobierno con Ciudadanos, se ha desvanecido. La marcha de Juan Cassá del partido naranja deja a su otrora grupo municipal con una sola concejala, su portavoz y edil de Cultura y Deporte, Noelia Losada. La suma del PP y Cs apenas alcanzan los 15 votos del Pleno, los mismos que ya sumaban en el PSOE (12) y Adelante (3). Un equilibro que multiplica exponencialmente el peso del voto de Cassá en lo que resta de mandato.

A pesar de que su movimiento genera una duda cierta respecto al futuro de su Alcaldía, en el que podría ser su último episodio al frente de la Casona, De la Torre no parece estar especialmente preocupado por el asunto. Así al menos los expusieron a este periódico fuentes próximas, que incidieron en que el foco de interés del alcalde sigue centrado, principalmente, en el coronavirus.

La cuenta atrás para el regreso acumula ya 31 días desde la intervención. De hecho, conforme a estos plazos se cumple de manera casi exacta el calendario trazado tras comprobar el buen resultado de la operación realizada después de que se le detectase un hematoma subdural crónico. De la Torre recibió el alta el 14 de abril pasado, abriendo un plazo no inferior a las cuatro semanas para su total recuperación.

El mismo día en que visiblemente emocionado abandonó las instalaciones del Hospital Chip, donde fue intervenido, el jefe del servicio de Neurocirugía del Hospital Regional de Málaga, Miguel Ángel Arráez, responsable de la operación, calificó de "meteórica" la recuperación del alcalde. "Se ha ido de alta desde el punto de vista general y neurológico en una situación óptima; estamos muy contentos", expresó.

Ocho días después, fue sometido a una revisión, que incluyó un TAC, y que confirmó "la completa desaparición de la lesión". A pesar de ello, en ese momento, Arráez insistió en que el paciente debía proseguir "hábitos de vida moderados durante un breve espacio de tiempo antes de reanudar su actividad laboral". Un proceso seguido al pie de la letra en su casa, donde ha permanecido confinado y atendido por su familia.