Málaga es hoy una ciudad decepcionada, frustrada por no saber cuándo podrá tener un Metro completo, cuándo será posible coger un tren en los entornos del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena o en la zona de ampliación del campus de la Universidad para poder ir al otro extremo del centro, hasta La Malagueta. El anuncio de la consejera de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Josefina Cruz, de postergar sine die la ejecución del tramo final del suburbano, que atravesará la Alameda y el Paseo del Parque, ha caído como un jarro de agua fría a instituciones y colectivos vecinales y empresariales de la capital.

Desde el alcalde, Francisco de la Torre, hasta el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, mostraron su preocupación con la determinación de la Administración regional, que marca como prioridad el culminar los tramos ahora abiertos y se extienden a Carretera de Cádiz y desde Teatinos hasta Callejones del Perchel.

Una reacción, la del regidor, marcada por el malestar, al punto de que dijo sentirse "ignorado" por la Junta en esta materia, sensación incrementada por el hecho de que hace una semana la delegada del Gobierno regional en la provincia, Remedios Martel, negase problema económico alguno en la intervención, frente a lo publicado por Málaga Hoy, que señalaba la incidencia que los recortes empezaban a tener sobre el ferrocarril urbano.

"En pocos días ha habido noticias claramente contradictorias", destacó ayer De la Torre, quien dijo echar de menos "una transparencia, una lealtad institucional que desgraciadamente no hemos tenido nunca por parte de la Junta, ni siquiera en este momento en que ha tratado de mostrar un mayor grado de colaboración". "¿Nos mentía la delegada? ¿No tenía información? ¿Cómo es posible que la delegada no tenga esa información? Y sobre todo, ¿cómo es posible que en un tema que tiene que tener meses de análisis y estudios, al Ayuntamiento no se le haya comunicado nada?", criticó.

Para el alcalde, lo ocurrido ahora con el retraso de la pieza final del Metro es consecuencia de que "no ha habido seriedad a la hora de priorizar las obras con unos recursos que siempre son escasos", un mensaje en el que aludió al gasto "innecesario e inútil" realizado en el eje ferroviario transversal entre Sevilla y Antequera, también afectado por los recortes, y cuya financiación, según el alcalde, tendría que ir al tren litoral y al Metro.

También se quejó de la ausencia de calendario alguno por parte de la consejera. "Habrá que decir qué tiempo se necesita o es que ya no se hace", apostilló. Una línea en la que volvió a reclamar un encuentro "al más alto nivel" para conocer cómo están las obras y qué ocurre con otros proyectos de Andalucía, para poder confirmar "que Málaga no está siendo discriminada".

Un día después de lo dicho por Josefina Cruz, los responsables de la Junta en Málaga rompieron el silencio. Aunque lejos de despejar las dudas existentes, el delegado provincial de Obras Públicas, Enrique Benítez, las aumentó, ya que garantizó la terminación de la conexión de las líneas 1 y 2 a la altura de la futura estación de El Perchel, sin apuntar más detalle sobre el tramo Renfe-Guadalmedina. Otras fuentes vinculadas al proyecto aseguraron que esta pieza está garantizada, a pesar de la existencia de una reprogramación de los pagos a las empresas. "En un momento como el actual podemos garantizar la terminación de lo que está en ejecución sobre los tramos que se tienen que empezar", comentó Benítez, que eludió fijar cualquier fecha para impulsar el tajo Guadalmedina-Malagueta.

Javier González de Lara, presidente de la CEM, mostró su preocupación por el retraso de una infraestructura como el Metro, realidad que tildó de "decepción". A pesar de ello, abogó por ser "cautelosos" para ver si la falta de financiación de la Junta se puede resolver. "Genera frustración ver que puede haber zonas donde el Metro se retrasa", añadió.

En la misma línea se pronunciaron la gerente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) en Málaga, Violeta Aragón, quien consideró que se trata de una noticia "dramática", por el efecto que ello tiene sobre la movilidad de la ciudad y por la incidencia sobre el empleo, y el presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero abundó. "No es ninguna buena noticia porque se está retrasando demasiado el Metro".

Para la presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro, María José Soria, el aplazamiento del tramo del centro tiene una consecuencia paralela, que es que impedirá intervenir sobre la superficie de la Alameda en la línea de peatonalización que se había puesto sobre la mesa hace meses. Por su parte, la portavoz de la Asociación de Comerciantes del Centro, Trinidad Hernández, dijo que aplazar una obra de este tipo "afecta negativamente a una ciudad como Málaga" y habló de que es un proyecto que debería tener "prioridad absoluta; es estancarnos, es ponernos la zancadilla de alguna manera".

El más comprensivo con lo ocurrido fue el decano del Colegio de Arquitectos, Antonio Vargas, para el que la medida es "realista". "Hay que agradecerle por lo menos que no empantanen la ciudad durante varios años si esos tajos no se van a terminar". "Lo que hay que pedir es que sea una interrupción temporal, mientras la situación económica se mantenga", añadió.