Con varias imágenes fracturadas en el suelo y el sagrario destrozado. Así dejaron ayer unos asaltantes la pequeña capilla de Lo Cea, en Torre de Benagalbón, según informaron fuentes próximas a la investigación. Fue a primera hora de la tarde cuando el párroco, Agustín Carrasco, descubrió los daños, que ya investiga la Guardia Civil, ante la que se ha interpuesto la correspondiente denuncia.

Desde el Obispado precisaron que numerosos enseres de culto e imágenes devocionales se vieron afectados por el ataque. En varias zonas del templo se encontraron, además, pintadas en árabe que hacían referencia a Alá (Dios). La Diócesis lamentó estos "hechos violentos", que considera "fruto de un vandalismo aislado y que no responde al sentir general de las personas que profesan la fe islámica". "Animamos a continuar el diálogo y la convivencia pacífica para que estos sucesos, además de los daños materiales y espirituales, no produzcan un deterioro del diálogo basado en el respeto y la fraternidad entre los diferentes grupos religiosos al que nos alienta la Iglesia universal", recalcaron. El domingo por la noche también intentaron forzar la cerradura de la Casa Fuerte de Bezmiliana para robar la caja.

La capilla sufrió otro episodio violento durante la madrugada del Lunes Santo del pasado 2011. Los ladrones forzaron las puertas y entraron en el despacho del sacerdote para buscar dinero en efectivo. Se llevaron el sagrario, el copón y el viril, tres objetos litúrgicos que contienen la hostia consagrada, el recipiente metálico destinado a reservar y distribuir la Eucaristía y la parte superior de la custodia donde se encierra la Sagrada Forma, respectivamente.