La tripulación de un vuelo procedente de Reino Unido solicitó a los controladores aéreos del aeropuerto de Málaga presencia policial cuando aterrizase el avión. El motivo, un pasajero "problemático" que supuestamente agredió a una mujer que viajaba con él. A su llegada, el individuo fue detenido por agentes de la Guardia Civil. 

Una aeronave de la compañía Jet2 partió este lunes 19 de junio de Leeds, situada al norte de Inglaterra. Durante el vuelo, uno de los turistas alteró el orden a bordo tras un presunto ataque a su compañera de viaje. La tripulación, de inmediato, se puso en contacto con la torre de control del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, donde tenía previsto aterrizar el avión.

Los encargados de brindar servicio a los pasajeros en un vuelo y velar por su seguridad pidieron presencia policial a la llegada del vehículo. De esta manera, los controladores aéreos coordinaron y agilizaron esta solicitud. 

Tras el aterrizaje, el sospechoso, un hombre de 61 años procedente de Manchester, fue detenido por agentes del Instituto Armado y este mismo martes ya ha sido puesto a disposición del Juzgado de Violencia de Género número 1.

Denunciado otro turista en el aeropuerto de Málaga por una infracción contra la seguridad aérea

Cabe recordar que el pasado 11 de junio otro individuo fue identificado y denunciado por la Guardia Civil en el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol por una infracción contra la ley de seguridad aérea. Los hechos tuvieron lugar cuando las puertas de embarque para el vuelo de la compañía Ryanair con destino a la ciudad de Fez, situada en el país marroquí, cerraron. Los pasajeros se encontraban ya en sus asientos, esperando el despegue, excepto uno. 

Uno de los viajeros que había comprado el billete para desplazarse en el vuelo que estaba a minutos de partir no llegó a tiempo. Su embarque en el vehículo ya era imposible. Insistente, no acató la norma y trató de subir en el avión fuera como fuese. Sorteó todos los obstáculos que los trabajadores de la compañía aérea interpusieron para impedirle el paso y se coló en el túnel -también conocido como finger-, que conecta el aeropuerto con el avión, por el que los pasajeros acceden habitualmente a la nave.

Sin embargo, la pasarela de abordaje ya estaba desconectada del avión, pues estaba previsto que en apenas unos minutos un tractor remolcase el vehículo y lo desplazase hasta la calle de rodaje para terminar finalmente en la pista de despegue. El impuntual pasajero, desesperado, trataba de explicar con señales a los trabajadores que se encontraban en la pista que tenía que subir al avión. Ante la negativa del personal de la aerolínea, el viajero no lo pensó dos veces e intentó bajar desde el túnel, situado a unos pocos metros de altura, hasta la pista. Finalmente, terminó cayendo recibiendo un fuerte impacto contra el suelo.