Dimiten la mayoría de los tutores de residentes en el Carlos Haya

Las amenazas comienzan a plasmarse en realidades preocupantes. La mayoría de los tutores de los médicos internos residentes (MIR) del Carlos Haya han dimitido de sus funciones tutoriales en protesta contra los recortes acordados por la administración andaluza y dentro del boicot anunciado por los facultativos a las labores no asistenciales. En el Carlos Haya son unos 70 los médicos que desempeñan esas funciones docentes por las que no perciben ninguna retribución económica.

Con esta medida de presión casi 400 MIR del complejo hospitalario podrían quedarse sin guía para su desarrollo profesional. Los tutores de los residentes son los médicos que evalúan y coordinan la formación de estos mientras realizan la especialidad, que suele prolongarse entre cuatro y cinco años. Según indicaron a este periódico algunas fuentes, la intención de dimitir la han expresado de forma mayoritaria y lleva días formalizándose, aunque desde el hospital indicaron ayer que se han producido ya dimisiones (no cuantificaron el número) pero que hay otros médicos que han expresado por carta su apoyo a la gestión desde la gerencia del centro. La realidad es el goteo incesante de renuncias.

La dimisión de los tutores plantea problemas. Por una parte, con esta acción se provoca que los servicios se queden sin capacidad docente. Eso supone que habría que reubicar a los MIR en otros centros. Una tarea nada fácil porque en otros hospitales de la comunidad como el Virgen de las Nieves (Granada), Virgen del Rocío (Sevilla) o Reina Sofía (Córdoba) los médicos están adoptando las mismas medidas. De hecho en el hospital cordobés ya han presentado su renuncia en bloque. En el hospital Clínico de Málaga también se baraja adoptar esta medida. Tiene unos 200 MIR que están atendidos por 55 tutores.

Otro aspecto a tener en cuenta serían los aspectos asistenciales. Los MIR están en periodo de aprendizaje pero realizan un trabajo ingente. Por ejemplo en Urgencias son una gran parte de los efectivos, cubren guardias y en los quirófanos ejercen como ayudantes de los cirujanos principales.

Es un grado más en la escalada de confrontación que se está manteniendo entre el colectivo médico y la administración sanitaria que ha puesto en marcha una política de recortes en contra del criterio de los profesionales. Los médicos estiman que el tijeretazo supone una reducción de los complementes variables del 30% y un 6,6% menos en los complementos fijos de un facultativo fijo. Para un interino la reducción sería del 16% en sus complementos fijos y alcanzaría también el 30% en los variables.

Las medidas de presión de los médicos están llegando a decisiones que hacía años que no se adoptaban y algunas de ellas inéditas como un encierro realizado en el Hospital Clínico hace 10 días.

En general, los médicos coinciden en boicotear las labores burocráticas y administrativas y ceñirse a las tareas asistenciales y de atención al paciente. La administración les impone algunas tareas de tipo burocrático como participar en comisiones o en cursos, realizar registros estadísticos y ejercer las tutorías con los residentes.

Algunos portavoces médicos ya indicaron a este periódico que hay crispación por los recortes y una cierta incertidumbre. "La administración no sabe cómo afrontar esta situación, porque el efecto es peor que una huelga", llegaron a indicar. "Vamos a hacer la labor asistencial, que es para lo que nos pagan. Seguiremos atendiendo igual de bien a los pacientes, pero no vamos a colaborar en las labores administrativas y no remuneradas que nos impone la administración", advierten.