La Diputación obsequia al empresario del Museo Taurino con un restaurante a coste cero

El contrato de arrendamiento de la antigua sede del Patronato de Turismo para su uso como Centro de Arte de la Tauromaquia se ha firmado por 20 años. El acuerdo salió ayer a la luz, a pesar de que se firmó en marzo del año pasado. El presidente de la entonces asociación público-privada del Patronato, Elías Bendodo, arrendó al coleccionista Juan Barco el bloque situado en la plaza del Siglo -de 4 plantas, más ático, y de más de 1.500 metros cuadrados-, para la exposición de las piezas taurinas que forman parte de la colección de este último; permitiendo además la explotación de una tienda y un restaurante-cafetería. Los 20 años de alquiler son, según consta en el contrato, prorrogables por otros cinco años, siempre que las dos partes estén de acuerdo.

El precio se fija en función de la entrada anual que registre el museo, de tal manera que el Patronato, dependiente de la Diputación Provincial, cobraría siempre y cuando el museo taurino reciba más de 80.000 visitas a lo largo de todo un ejercicio, lo que supondría una media de unas 220 entradas al día. Sobrepasada la cifra de 80.000 y hasta las 100.000 visitas, el Patronato obtendría el 20% del beneficio neto de la taquilla del año, un dato que resultaría de descontar al precio de la entrada el IVA y los gastos de gestión y explotación. Hasta los 200.000 visitantes, el porcentaje de beneficio se incrementaría al 30% y se fija en un 40% a partir de las 200.000 entradas vendidas, lo que ya sitúa la entrada diaria media en casi 550 visitantes.

El arrendatario, la sociedad Colección Juan Barco, está autorizado según el acuerdo -sin abonar por ello un suplemento extra de alquiler- a explotar la tienda temática del interior del museo y el servicio de restaurante y cafetería. De hecho, el restaurante ya ha sido inaugurado en el ático del edificio, con terraza con vistas a la Catedral incluida. También podrá el coleccionista explotar otro tipo de recursos, como patrocinios, anuncios publicitarios, celebración de eventos, grabaciones audivisuales, etc., vinculados a la tauromaquia.

Tampoco se penaliza al coleccionista si decide echar al cierre al Centro de Arte de la Tauromaquia, pero si a lo largo de los próximos 20 años, el Patronato decidiera destinar el edificio a otro uso y extinguiera el contrato, deberá indemnizar con un millón de euros a Juan Barco. El edificio está catalogado para uso cultural, aunque hace un tiempo fue solicitado el cambio de uso a residencial para facilitar su conversión en un hotel, dada su ubicación estratégica en pleno casco histórico. Y el propio Bendodo aseguró que el museo en este edificio sería algo temporal.

Desde la Diputación explicaron ayer que algunas de estas cláusulas están siendo revisadas y modificadas justo en estos momentos. Según confirmaron ya se ha llegado a un acuerdo con Juan Barco para fijar un precio fijo de alquiler anual en base al uso cultural del edificio, independientemente de la entrada que tenga el museo, una cantidad que fijarán los técnicos de la institución. También se eliminará la cláusula por la que el Patronato tendría que abonar un millón de euros por la rescisión unilateral del contrato. La Diputación, con la desaparición del Patronato de Turismo, que ahora ya se ha convertido en una empresa 100% pública, asume también el edificio con sus cargas, es decir, con la hipoteca que pesa sobre él y el contrato de arrendamiento firmado el año pasado. De ahí que ahora se esté revisando, explicaron desde la Diputación, a pesar de que tanto hace un año como ahora es el propio Elías Bendodo quien habrá de rubricar el acuerdo.