Dispara a su hermano y luego se quita la vida en Benamocarra

La investigación apunta a que hubo una disputa entre ambos

El herido llegó a un bar con un tiro en el brazo pidiendo ayuda

Vehículos policiales en el lugar de los hechos. / Canal Axarquía Noticias
C. Clavijo · M. Cortés

Málaga, 23 de febrero 2018 - 02:14

Los vecinos de Benamocarra todavía no se explican qué pudo haber pasado entre los hermanos Gálvez del Postigo que ayer protagonizaron un trágico suceso. Antonio murió con un disparo en la boca y Salvador acabó herido también de bala en el brazo izquierdo. Los investigadores tratan de esclarecer si el ahora fallecido trataba de quitarse la vida y, cuando el otro intentó impedirlo, pudo escaparse una bala. El hombre murió poco después en la ambulancia. Entre ambos había habido previamente una disputa, que pudo iniciarse después de que Antonio descubriera que su hermano supuestamente había falsificado unos datos, según fuentes cercanas al caso.

Agentes de la Guardia Civil mantienen abierta la investigación. Ayer, acudieron al hospital donde permanece Salvador para tomarle declaración. La previsión es que hoy los forenses le practiquen la autopsia al cadáver de Antonio que ya ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga. El suceso ocurrió en la principal arteria abierta al tráfico rodado del centro del municipio. Eran las 7:30 y muchos salían en su coche camino del trabajo, los estudiantes se dirigían a sus clases y otros hacían una parada en El Comareño, el conocido bar de la plaza, a tomar un café. Precisamente el mismo que durante décadas regentó Antonio y que desde hacía un año lo tenía alquilado.

Fue allí, en calle Doctor Gómez Clavero, donde se escucharon tres detonaciones, según relataron los vecinos que se encontraban en la vía pública a esas horas. Algunos aseguraron que Salvador, tras recibir el impacto de bala, acudió al bar -situado a 20 metros de la cochera y ésta a tres de las viviendas- para contar lo que había ocurrido y también para pedir auxilio. En la cochera desde la que al parecer se produjeron los disparos había dos escopetas de caza. Antonio estaba aún vivo -y junto a una de estas armas- cuando la Guardia Civil llegó a un cobertizo y, después de unos 20 minutos, terminó falleciendo en la ambulancia que iba a trasladarlo a un centro hospitalario. Salvador, que ingresó poco antes de las 8:00 en el área de Urgencias del hospital comarcal de la Axarquía con una herida de arma de fuego en el brazo izquierdo, pasó ayer por la tarde a planta, donde continúa su recuperación.

Entre los vecinos de Benamocarra eran varias las hipótesis que ayer se oían. Unos apuntaban a una herencia como posible disputa entre los hermanos. Otro de ellos recalcaba que Antonio se había vuelto "más hermético y reservado" desde que dejó el bar El Comareño, al punto de que prefería "la vida del campo al alterne social que antes había tenido". Su hermano Salvador también era conocido porque hasta su jubilación, hace escasos años, había sido director de una sucursal bancaria. Los dos vivían en la misma calle, pero éste se había retirado hace un año a una finca que tenía en la carretera de circunvalación que va hacia Almáchar. Compartían tierras con una gran plantación de aguacates y mangos. Hasta ayer.

"Los hermanos tenían buen trato, era una familia muy respetada"

Tristeza y perplejidad entre los vecinos de Benamocarra. "No podemos creer lo que ha pasado. Los dos hermanos se llevaban muy bien, al menos de puertas para afuera", comentaba un hombre que vivía en la plaza de El Calvario, donde desemboca la calle en la que tuvieron lugar los hechos. Otro de los residentes aseguraba estar "conmocionado" y tampoco daba crédito a la muerte de Antonio. "No nos podemos creer lo que ha ocurrido, y sobre todo que haya sido a los dos", expresaba un individuo en la plaza, coincidiendo con el sentir de la mayoría de los vecinos del pueblo. Fue la misma mañana en la que se produjeron los hechos cuando unos trabajadores relataron a este hombre que un día antes estuvieron los dos hermanos en el campo y "se les veía bien", al menos aparentemente. "Tenían buen trato. Era una familia muy respetada", recordaba este residente. Otro vecino añadía que Antonio "era un hombre tranquilo" y que cuando regentaba el bar de la céntrica plaza "jamás perdió la paciencia ni se metió en una pelea, y eso que pudo tener ocasión", manifestaba. La rutina de Salvador, según los vecinos, se basaba en llegar al pueblo por la mañana. Allí desayunaba y pasaba unas horas haciendo gestiones o las compras del hogar.

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