2025, el año en el que la movilidad colapsó en Málaga

Los continuos atascos en la A-7 y la A-357, los accesos a la Costa del Sol y un tren litoral que no llega saturan el transporte de la provincia

El Gobierno cree que se necesitan "decenas de años" para solucionar los graves problemas de movilidad en Málaga

A-357 a la salida de Málaga en dirección Cádiz
A-357 a la salida de Málaga en dirección Cádiz / Javier Albiñana

2025 ha sido un año marcado por los problemas de movilidad en Málaga, uno de los grandes retos de la provincia junto al acceso a la vivienda. La sucesión de atascos en las principales vías, especialmente en la A-7 y la A-357, ha situado el tráfico en el centro del debate público y político. Incidencias recurrentes, intensidades de circulación al límite y la ausencia de soluciones inmediatas han puesto de manifiesto un problema estructural que afecta a miles de conductores a diario.

La A-7, símbolo del colapso

La autovía A-7 se ha convertido en el principal reflejo del problema, especialmente en el tramo oriental, entre Rincón de la Victoria y Málaga capital. Con intensidades de tráfico cercanas a los 100.000 vehículos diarios, la vía funciona sin margen de maniobra. Cualquier incidencia, por leve que sea, deriva en retenciones de varios kilómetros.

Así quedó patente a finales de octubre, cuando un camión averiado permaneció más de 15 horas en la calzada y provocó colas de hasta 12 kilómetros. El atasco se prolongó durante buena parte del día y volvió a evidenciar la fragilidad de una infraestructura clave para la movilidad diaria en la provincia.

Pocos días antes de ese episodio, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, había reconocido públicamente que las soluciones estructurales al problema de la movilidad no serán inmediatas. Según explicó, actuaciones de calado como nuevas autovías o grandes infraestructuras ferroviarias requieren plazos largos y podrían demorarse “decenas de años”. El diagnóstico oficial subrayó la complejidad técnica y administrativa de estos proyectos y apuntó a la necesidad de implicación de otras administraciones en el desarrollo de alternativas al vehículo privado, como el transporte público metropolitano.

La guerra Salado–Salas

Las declaraciones del subdelegado provocaron una reacción inmediata del presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, que reclamó una mayor implicación del Gobierno central y criticó la falta de inversiones para una provincia que ha crecido de forma sostenida en población y actividad económica.

El atasco registrado días después en la A-7 tensó aún más la relación entre ambos responsables y marcó el inicio de un cruce de acusaciones que fue escalando con el paso de las semanas. Salado llegó a calificar la situación de “tercermundista” y cuestionó la capacidad de respuesta ante incidencias en una de las principales arterias viarias de Málaga.

Desde la Subdelegación, Salas defendió la actuación de la Guardia Civil, la DGT y los servicios de Carreteras del Estado, y acusó al presidente de la Diputación de sobreactuación política y de utilizar los atascos como arma partidista. El intercambio de reproches acabó convirtiéndose en una guerra institucional abierta, con la A-7 como escenario principal.

En este contexto, Salado ha hecho una valoración más amplia del año en materia de movilidad. El presidente de la Diputación sostiene que este ámbito se ha convertido en uno de los grandes retos de la provincia como consecuencia de un crecimiento que no ha ido acompañado durante años de las inversiones necesarias. En este sentido, atribuye una “especial responsabilidad” al Gobierno central, del que dependen infraestructuras clave como la A-7, la AP-7, la A-45 y las líneas de Cercanías, donde se concentran, a su juicio, los principales problemas.

Salado defiende que el resto de administraciones sí están acometiendo inversiones dentro de sus competencias. Cita la apertura del tercer carril Bus-VAO de la A-357 y el inicio inminente de su conversión en autovía hasta Pizarra, las actuaciones en el Metro y el plan Vía-ble de la Diputación para mejorar la red provincial de carreteras.

En esa línea, desde la Subdelegación del Gobierno se subraya que 2025 ha sido un año de impulso inversor en materia de infraestructuras en la provincia. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, sostiene que el Ejecutivo ha puesto en marcha un plan de inversiones de 1.500 millones de euros para la ampliación del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, junto a actuaciones para mejorar la A-7 tanto en su tramo oriental como occidental. A ello suma la duplicación de vía en la línea C1 de Cercanías, nuevas inversiones en el puerto de Málaga hasta 2029 y actuaciones en la red de Alta Velocidad y ferroviaria, así como los mayores contratos de conservación de carreteras ejecutados hasta ahora en la provincia. Desde el Gobierno defienden además que durante este año se ha iniciado la tramitación del tren litoral y sitúan 2026 como un ejercicio clave para definir los grandes proyectos de movilidad.

La odisea diaria de la A-357

Mientras el foco político se centraba en la A-7, el problema de la movilidad seguía extendiéndose a otros ejes clave de la provincia. La A-357, principal vía de conexión entre el Valle del Guadalhorce y Málaga capital, se ha convertido en otro de los grandes puntos negros del tráfico diario. Para muchos conductores, desplazamientos que en condiciones normales deberían rondar los 45 o 60 minutos se alargan hasta dos horas o más en las horas punta de la mañana.

Alcaldes de municipios como Campillos, Álora, Ardales, Cártama o Teba advirtieron de que los atascos son habituales entre las seis y las nueve de la mañana, coincidiendo con la entrada masiva de trabajadores y estudiantes hacia la capital. La situación afecta tanto a residentes del valle como a conductores procedentes de zonas más interiores.

A la congestión se suma la percepción de inseguridad. Usuarios y responsables municipales alertan de una elevada siniestralidad y de la existencia de puntos conflictivos recurrentes, agravados por la falta de alternativas reales de transporte público. La ausencia de refuerzos en autobuses o de una conexión ferroviaria eficaz desde el interior ha incrementado la dependencia del vehículo privado y ha terminado por desbordar una infraestructura que no ha crecido al mismo ritmo que la población del valle.

Costa del Sol: una ratonera con cifras y nombres propios

La Costa del Sol occidental ha sido uno de los territorios donde el colapso de la movilidad se ha manifestado con mayor dureza a lo largo de 2025. Uno de los episodios más significativos se produjo coincidiendo con el inicio de una operación especial de tráfico por un puente festivo, cuando la Dirección General de Tráfico llegó a monitorizar hasta nueve caravanas simultáneas durante la tarde y la noche en distintos puntos del litoral, especialmente en los accesos y salidas de Torremolinos, Benalmádena, Mijas, Marbella y San Pedro de Alcántara. Durante ese dispositivo se preveían hasta 315.000 desplazamientos en la provincia.

Pasadas las diez y media de la noche, la retención de mayor entidad se localizaba en la A-7 a la altura de Nueva Andalucía, en sentido Cádiz, donde se alcanzaron doce kilómetros de atasco. En ese mismo punto, pero en la AP-7, se registraron también seis kilómetros de retenciones en dirección Almería, lo que evidenció que ni siquiera la autopista de peaje fue capaz de absorber el volumen de tráfico existente.

Las colas se habían iniciado varias horas antes, coincidiendo con el regreso de la playa y los desplazamientos hacia destinos vacacionales, pero el colapso se agravó por la coincidencia de varios conciertos celebrados a la misma hora y a escasa distancia entre sí. La actuación de Manuel Carrasco en el Oasis Marbella Fest, en San Pedro de Alcántara, congregó a unas 30.000 personas y agotó todas las entradas. Asistentes relataron trayectos de más de dos horas incluso pagando el peaje, en recorridos que habitualmente se completan en 15 o 20 minutos.

Este contexto ha llevado a varios alcaldes a hacer balance del año. El alcalde de Estepona, José María García Urbano, considera que el colapso ha vuelto a ser la tónica general en la movilidad de la Costa del Sol y denuncia la falta de voluntad política y de apuesta presupuestaria del Gobierno central. Subraya que, pese a la aportación del litoral al PIB nacional, ese crecimiento no se ha traducido en infraestructuras modernas, como un eje ferroviario que vertebre el territorio.

En la misma línea se ha pronunciado la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, que ha vuelto a advertir del severo colapso diario que sufren vecinos, trabajadores y visitantes. La regidora lamenta la inacción del Gobierno central ante un problema estructural y reclama medidas urgentes, entre ellas la bonificación de la AP-7 y la ejecución de infraestructuras pendientes en su municipio y su entorno.

El tren litoral que no llega

En todo este escenario de atascos recurrentes, una de las soluciones que de forma más insistente aparece en el debate sobre la movilidad en Málaga sigue sin materializarse: el tren litoral. Concebido como una infraestructura clave para vertebrar la Costa del Sol y reducir la dependencia del vehículo privado, su desarrollo continúa sin avances concretos.

Tras la cumbre de movilidad celebrada hace más de un año, el Gobierno se comprometió a impulsar los estudios necesarios para evaluar la viabilidad del proyecto y a definir un calendario de trabajo. Sin embargo, esos compromisos no se han traducido en hechos. A día de hoy, no se ha iniciado de forma efectiva el estudio de viabilidad ni se ha licitado el estudio informativo que debía sentar las bases del trazado, pese a que se anunció su tramitación para 2025.

La ausencia de una alternativa ferroviaria en un territorio que concentra millones de desplazamientos al año mantiene la presión sobre una red viaria ya saturada. Así, mientras los atascos se repiten en la A-7, la A-357 o los accesos a la Costa del Sol, el tren litoral permanece como una solución largamente anunciada, pero aún pendiente, en un contexto en el que la movilidad se ha consolidado como uno de los principales desafíos estructurales de la provincia.

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